OPINIÓN | En primer lugar, quiero agradecer a GasteizBerri la oportunidad ofrecida para colaborar de manera periódica con un artículo de opinión en su medio de comunicación online. Durante este tiempo reflexionaré y analizaré algunos temas, no sólo concernientes a Gasteiz, sino también a otros niveles, centrándome en cuestiones de carácter verde.
Para el estreno me he decantado por un asunto sobre el que muchas personas habrán leído o escuchado, pero que quizás no se conozca en profundidad. Se trata de la protección de los Montes de Vitoria. La protección de estos montes es una prioridad. No olvidemos el gran valor ambiental y cultural de la zona, que cuenta con 51 especies amenazadas, 15 comunidades vegetales de gran rareza y singularidad, 14 yacimientos arqueológicos o 19 edificios religiosos, un gran patrimonio natural y cultural que es nuestra obligación preservar.
La clave se descubre al observar qué zonas se dejan sin protección, precisamente los espacios naturales donde se quieren hacer prevalecer ciertos proyectos pese a la amenaza para la biodiversidad que implican.
A día de hoy, sólo está protegida el área correspondiente a los Montes Altos, esto es, 1.852 hectáreas con la figura de Zona Especial Conservación (Z.E.C.). Casi desde el inicio de la decisión de proteger sólo la parte alta de los montes (2003), los agentes ecologistas y el propio Centro de Estudios Ambientales advertían que era insuficiente dado el valor ambiental de la zona y gracias a ello, en julio de 2012 se iniciaba desde el departamento de Medio Ambiente del Gobierno Vasco la extensión de la zona de protección bajo la figura de “Parque Natural”. Una figura de protección que según los informes técnicos era la mejor para esta zona y que suponía cubrir una extensión de 13.631 hectáreas. Para ello se iniciaba aprobación inicial del Plan de Ordenación de los Recursos Naturales (P.O.R.N.) de esta zona, una actuación que contó con el apoyo unánime de todos los grupos políticos y movimiento ecologista.
Sin embargo, desde entonces no se ha dado ningún paso para su ejecución y aprobación definitiva. Es más, por desgracia, lo que hemos visto es cómo el Gobierno Vasco con el apoyo de los gobiernos del PNV y PSE en Diputación y Ayuntamiento han desistido no sólo de la figura de Parque Natural, si no lo que es peor, han renunciado a proteger más del 60% de las 13.631 hectáreas planteadas inicialmente.
La primera pregunta es, ¿cómo se ha llegado a esta desprotección de nuestros montes?
Bien, en los últimos años tanto PNV como el PSE intentaron paralizar la declaración de Parque Natural en los Montes de Vitoria. El problema que se encontraron es que el P.O.R.N. anteriormente citado todavía estaba vigente y lo imposibilitaba. Entonces recurrieron a un subterfugio. Incluyeron un artículo en la Ley de Conservación del Patrimonio Natural del País Vasco, aprobada el año pasado, que determina que, si un PORN no se aprueba definitivamente en cinco años, dicho plan caduca. Este artículo permite que sea el Gobierno Vasco y no los informes ambientales ni los valores de las zonas, el que determine unilateralmente la protección del territorio, ya que los Planes de Ordenación solo los puede aprobar el Gobierno Vasco. Increíble, pero cierto, tan cierto como que esta ley, con este artículo, fue aprobada con los votos de PNV, PSOE, PP y EH BILDU.
Una vez que decayó la figura de Parque Natural, el resto de la historia es la que han ido relatando en sus informaciones los medios de comunicación. Hace pocas semanas, se inició la tramitación para ampliar la protección pero bajo la figura de Zona de Especial Conservación y lamentablemente, se dejan sin proteger casi 2/3 partes, se contempla una extensión total de unas 5.000 hectáreas frente a las 13.631 del proyecto inicial.
La segunda pregunta es, ¿por qué el PNV y PSE han tomado esta decisión?
La clave se descubre al observar qué zonas se dejan sin protección, precisamente los espacios naturales donde se quieren hacer prevalecer ciertos proyectos pese a la amenaza para la biodiversidad que implican. Por ejemplo, es curioso que, una de las zonas excluidas de la protección propuesta inicialmente sea Subijana, donde se encuentra el famoso pozo de gas. Tampoco se protege las zonas de gran valor ambiental del este, como el barranco de Okina, o el cresterío de la zona de Azazeta, allí donde se pretenden instalar ocho aerogeneradores.
Por lo tanto, esta ampliación de protección no es más que una cortina de humo para respaldar el modelo que el oligopolio energético quiere instaurar en nuestro territorio. Se trata de un modelo que avanza con la complicidad del PNV y PSE, que al dejar sin protección esas zonas no hacen sino poner una alfombra roja para que la instalación de estos macroproyectos de gran impacto ambiental. No responde al interés general y sí al interés económico de las grandes empresas.
Para finalizar, quiero advertir que tenemos por delante una gran lucha social y política. Debemos trabajar de manera coordinada para proteger toda la zona de alto valor ecológico y cultural de los Montes de Vitoria, incluyendo Subijana o Azáceta. Debemos recuperar el consenso y volver al proyecto inicial de proteger toda la zona y con la figura de Parque Natural como ya sucede en Izki o Valderejo. Si no, veremos como los intereses del oligopolio energético se imponen y serán una realidad en nuestros montes.
INFORMACIÓN DEL AUTOR
ÓSCAR FERNÁNDEZ
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Buenísimo artículo, gran fichaje!!! Aupa Oskar