No sólo no es necesario ampliar el vertedero, el camino es su cierre técnico

OPINIÓN

La gestión de la recogida y depósito de los residuos urbanos e industriales es uno de los retos más importantes que tenemos como sociedad en plena emergencia climática. Es una tarea ineludible en la que todos nos debemos implicar, ciudadanía, empresas y administraciones. Y estas últimas con mayor intensidad vistos los actuales registros de entrada de residuos industriales a nuestros vertederos. Concretamente en Gardelegi, mientras la recepción del resto de residuos va en descenso, los específicamente industriales lejos de reducirse, prácticamente se duplican según los datos ofrecidos por el Ayuntamiento de Vitoria-Gazteiz. En el 2022 y 2023 no se bajaron de las 32.000 toneladas recepcionadas en dicho recinto municipal.

Al analizar esta deriva no se puede obviar que el derrumbe de Zaldibar está directamente relacionado con este incremento en la entrada de residuos industriales, ya que parte de lo que allí se depositaba, ahora va a parar a Gardelegi, pero tampoco se puede pasar por alto que mientras no se enfrente el origen del problema, la tendencia no cambiará. La falta de una política ambiciosa, firme y decidida de la gestión sostenible de residuos nos ha traído hasta aquí.

Sigue resultando más barato evacuar los residuos en vertederos que reciclarlos y muchas empresas optan por esta alternativa en lugar de tomarse el desafío de la gestión sostenible como la oportunidad de ser más rentables y competitivas. Supone un abaratamiento de los costes de las materias primas usadas, mejora las condiciones laborales de los trabajadores al reducirse los riesgos para su salud, conlleva a un ahorro energético, se pueden rentabilizar los residuos reciclables al comercializarlos…

Las administraciones deberían guiar y acompañar a las empresas del sector industrial- las que más volumen de residuos generan- para que elijan la senda de la gestión sostenible. Si no se dejan seducir por sus ventajas a nivel medioambiental, económico y social, que lo hagan por las facilidades e incentivos que las instituciones deberían poner a su alcance si se decantan por la sostenibilidad.

Pero hasta el momento, en lugar de trabajar en un plan para reducir el número de residuos, especialmente industriales, a través de planes ambiciosos de economía circular o de fiscalidad verde, el Gobierno Vasco plantea, no sólo la ampliación de los vertederos, Gardelegi incluido, si no también la llegada de residuos peligrosos como el amianto. Y mientras maquinan eso, venden lo contrario, que su objetivo es encaminarse al ‘residuos cero’.

Ese compromiso, perdónenme, no resulta creíble cuando sus acciones contradicen sus planes. Una vez más la ciudadanía va por delante. Cada más concienciada recicla más, y gracias a su implicación el número total de residuos domésticos que han llegado a Gardelegi ha descendido en los dos últimos años.

Necesitamos que esta bajada en la llegada de residuos al vertedero se replique con respecto a los residuos industriales. Es totalmente irresponsable que el Gobierno vasco postergue este reto y prioricen otros intereses.

Ante esta situación insisto, no sólo no es necesaria la ampliación del vertedero, si no que el objetivo que ahora mismo se tiene que poner sobre la mesa y compartir y comunicar a la sociedad en general y sector industrial en particular es que no hay otro camino sino el de una hoja de ruta para el cierre técnico de los vertederos para el 2030 Por aclarar, el “cierre técnico” consiste básicamente en que sólo se puedan depositar aquellos residuos que no se puedan reciclar y para contribuir a este objetivo es urgente reducir la generación de residuos.

En conclusión, hay un camino largo que recorrer para trabajar en una mejorable gestión de residuos, y lo que hay que tener claro es la meta de dicho camino. Si se sitúa en alcanzar “residuo 0” y el cierre técnico del vertedero, no sólo tendremos un municipios más verdes y sostenibles, también, en el caso que nos toca más de cerca, mejoraremos la vida del vecindario del sur de Gasteiz.

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INFORMACIÓN DEL AUTOR

ÓSCAR FERNÁNDEZ

Periodista. Concejal del Grupo Municipal Elkarrekin Vitoria-Gasteiz. Coportavoz del partido verde de Euskadi, Berdeak EQUO. Ha trabajado antes, entre otros puestos, como Técnico de Comunicación y Marketing en una ONG.