Hoy, a las 18:00 horas, Vitoria se llenará de alegría con el inicio de las esperadas Fiestas de la Blanca, marcadas por la tradicional bajada de Celedón en la Plaza de la Virgen Blanca. Miles de personas se congregarán para presenciar este momento histórico en el que Celedón será interpretado por primera vez por Iñaki Kerejazu.
Kerejazu ha compartido sus emociones y expectativas en una entrevista con GasteizBerri, en la que habla sobre la responsabilidad y el honor que siente al asumir este papel tan importante.
A continuación, te ofrecemos un fragmento de esta entrevista, en la que Iñaki nos cuenta cómo se prepara para su debut como Celedón y comparte su visión sobre el significado de estas fiestas para los gasteiztarras.
Pregunta: Iñaki Kerejazu, nuevo Celedón, un honor
Iñaki Kerejazu: (risas) Dicen que hasta el día seis a las seis no soy Celedón.
P: ¿Cómo te preparas para afrontar todo esto, considerando que todavía no sabes lo que implica?
I K: Para eso creo que no hay preparación alguna. Va a ser un momento muy especial para mí y es algo que espero con muchas ganas.
P: Es especial para ti y para toda la ciudad.
I K: Sí, sí, ya te digo. Creo que para los gasteiztarras es la mayor explosión de alegría. Llevo varios días muy emocionado por todo el cariño y los ánimos que recibo en la calle. Es una maravilla.
P: A la vez que emoción, también es una responsabilidad.
I K: Es lo primero que sentí, sinceramente. Gorka me llamó una noche, no recuerdo ni qué mes era, creo que en diciembre o noviembre. Y según colgué el móvil, lo que sentí fue eso, un nudo en el estómago, no de nervios ni de miedo, sino de responsabilidad.
P: O sea, que todo el mundo querrá hacerse fotos contigo. Pero en el momento clave, en el día cumbre, tú tienes la palabra. ¿Hasta qué punto tienes preparado lo que vas a decir?
I K: En parte sí, lo tengo en la cabeza, pero no pienso pasarlo a papel. Si he aprendido algo en mi vida es que cuanto mejor pensado lo llevo en la cabeza y menos preparado en papel, mejor me sale. Y tengo una máxima: si disfruto, lo voy a hacer bien. Quiero disfrutar de este momento, de todo el camino hacia la balconada, y con la gente. Si tardamos un poco más, no pasa nada.
P: Este año la gente estará expectante, eres la gran novedad. Tú procedes de una familia con gran tradición de cuadrilla, según tengo entendido.
I K: Si, así es.
P: ¿Cómo fue el momento en que les dijiste a tus padres “voy a ser Celedón”? ¿Cuánto de preocupada está tu madre? (risas)
I K: ¿Mi ama? Todo. Mi pobre ama está cardíaca, tiene ciertos miedos muy de madre. El pasar del anonimato a ser público le da cierto miedo, y lo entiendo. Los primeros días fueron de hablar con ella casi por monosílabos.
P: ¿Y tu padre?
I K: Mi aita está muy emocionado. Para él, las fiestas de Vitoria son el punto del año. Él también me ha enseñado cómo debemos ser los blusas, qué actitudes deben ser abolidas y qué debemos transmitir a los demás para que nuestro colectivo transmita buen rollo y fiesta.
P: Exactamente, ¿qué te ha dicho sobre ese tema?
I K: Muchas veces, ante ciertas actitudes que se veían o que estaban normalizadas en su día, mi aita nunca las ha normalizado. Se ha dado cuenta de que los tiempos cambian y que muchas cosas hay que cambiarlas. Y, por suerte, han cambiado muchas cosas. Las cuadrillas de blusas están muy de moda y deben ser espacios más abiertos y disfrutones. Lo son mucho, pero todavía más.
P: Corrígeme si me equivoco, pero lo que pasó hace unos años con la escisión de las cuadrillas, ¿marcó un punto de inflexión?
I K: Sin duda. Hay un trabajo conjunto con el movimiento feminista y mucha gente que está haciendo que las cuadrillas adopten nuevas actitudes, penalicen ciertas conductas y sean más seguras y acordes con la identidad de género y sexualidad.
P: El momento en que hablas desde arriba es importante. Tienes un papel que marca un mensaje, y hay un grado de responsabilidad respecto a cómo representar las fiestas.
I K: Exactamente. Vitoria tiene que ser un espacio seguro para cualquiera que quiera disfrutar y estar bien. Todo el mundo es bienvenido a nuestras fiestas, excepto aquellos que quieran fastidiar a los demás. Intentaré reflejar esto en mi discurso, que será breve.
P: Nos consta que ha habido una pequeña cábala que te ha estado aconsejando estos días, que hablas con los anteriores Celedones.
I K: Efectivamente. Me insisten en que sea yo mismo, que esté lo más relajado posible y que disfrute. También hay otros consejos que prefiero guardar para mí, pero giran en torno a rodearme de buenos amigos porque ahora doy un paso al ser público.
P: Hace justo 20 años fuiste Celedón Txiki.
I K: Recuerdo mucho ir a por el paraguas. En esa época, Edurne Txiki llevaba una cesta llena de cosas de Goya. Hizo un calor terrible. También recuerdo la emoción de ese día.
P: También has sido acompañante de Celedón.
I K: Sí, desde los 18 años.
P: Vas a cerrar el círculo. (risas)
I K: Me decía una amiga que he pasado de ser el guardaespaldas a Whitney Houston.
P: ¿Ya te ha empezado a parar la gente por la calle?
I K: Sí, fotos desde el primer día. Es muy guay, porque la gente te llama por tu nombre y sientes que eres parte de su familia. Siento mucha cercanía y cariño.
P: ¿Qué tal tus amigos?
I K: Mis amigos están encantados y los vaciles son constantes. Hay una ristra de memes maravillosos. Algo que me da un poco de miedo es no poder hacerles el caso que quisiera durante las fiestas.
P: Unas palabras para la ciudadanía gasteiztarra de cara a las fiestas.
I K: Para el día cuatro, que disfrutemos todos de ese momento tan especial que no existe en ningún otro lugar. Que lo hagamos con respeto, porque es lo más importante. En el camino, que todos pongamos de nuestra parte para crear un momento súper guay. Quiero disfrutar del camino y compartirlo con todos. De cara a las fiestas, espero que no tengamos ningún disgusto y que Vitoria sea segura para todos.