El consorcio húngaro Ganz-Mavag (Magyar Vagon) ha decidido retirar su Oferta Pública de Adquisición (OPA) para comprar el 100% de la empresa ferroviaria Talgo. Esta decisión se produce después de que el Gobierno español vetara la operación, argumentando razones de seguridad nacional. La retirada de la oferta, valorada en 619 millones de euros, será comunicada oficialmente a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) antes de la apertura del mercado.
La operación fue bloqueada por el Consejo de Ministros español, basándose en recomendaciones de la Junta de Inversiones Extranjeras y en informes del Centro Nacional de Inteligencia (CNI). Estos documentos, clasificados y elaborados durante 18 meses, señalan posibles vínculos de Ganz-Mavag con el Gobierno ruso y con el primer ministro húngaro Viktor Orbán. La protección de la tecnología crítica de Talgo, como su sistema de cambio de vía automático, fue uno de los puntos clave en la decisión del Ejecutivo español, quien considera que permitir la operación podría representar un riesgo para la seguridad nacional, especialmente en el contexto de la actual guerra en Ucrania.
Aunque el consorcio húngaro no descarta la posibilidad de presentar una nueva oferta en el futuro, ha anunciado que tomará acciones legales tanto en España como en Bruselas, alegando que el veto es injusto y que favorece a otros posibles interesados, como la empresa checa Skoda. Desde el consorcio consideran que el rechazo del Gobierno español es un «atropello legal» y que se ha tratado de forma discriminatoria en comparación con otros ofertantes extranjeros.
Por su parte, los accionistas de Talgo, especialmente su principal inversor, Trilantic, han expresado su deseo de encontrar nuevas ofertas que aseguren el futuro de la compañía. La plantilla de Talgo también ha manifestado su preocupación, urgida por una resolución rápida que garantice la estabilidad laboral y la continuidad de la producción, especialmente en su fábrica de Rivabellosa (Álava). Aunque Talgo cuenta con una carga de trabajo asegurada hasta 2030, los empleados temen que, sin un plan industrial sólido, la situación pueda cambiar drásticamente.
La Comisión Europea ha respaldado la prerrogativa del Gobierno español para bloquear la operación, subrayando que los Estados miembros tienen la competencia para restringir la libre circulación de capitales por motivos de seguridad pública, siempre que las medidas sean justificadas y proporcionadas. Esta decisión ha sido tomada en un momento en el que la protección de empresas estratégicas, como Talgo, se considera prioritaria para la seguridad económica y el desarrollo industrial de España.
Mientras tanto, Talgo, fundada en 1942 y con una larga trayectoria en la innovación ferroviaria, queda pendiente de nuevos interesados tras la retirada de la OPA. La compañía ha sido un referente en la fabricación de trenes a nivel internacional, con contratos destacados como la construcción de trenes para la Serie 106 de Renfe, aunque recientemente ha enfrentado problemas de producción que han generado dudas sobre su capacidad para cumplir con sus compromisos.