A partir de ahora, la Ertzaintza no detendrá automáticamente a las personas por portar o exhibir un arma blanca en Euskadi. Esta nueva medida, establecida mediante una instrucción del jefe de la Policía Vasca, Josu Bujanda, requiere que los agentes evalúen la situación antes de proceder a un arresto, reservando la detención para casos específicos.
Una arma blanca es cualquier objeto cortante, punzante o contundente que puede ser usado para causar daño físico a una persona sin requerir pólvora o explosivos. Ejemplos comunes incluyen cuchillos, navajas, dagas, machetes y estiletes. Según la nueva directriz, portar una arma blanca no constituirá, por sí solo, un delito grave. En lugar de proceder a la detención, los agentes deberán identificar al individuo como investigado y decomisar el arma, emitiendo un acta de infracción. Este procedimiento se basa en la interpretación de los artículos 169 a 171 del Código Penal, que clasifican la exhibición de armas blancas como un delito leve.
No obstante, se mantienen excepciones en las que la detención sí será necesaria. En situaciones de violencia de género o doméstica, o si la persona en cuestión no tiene un domicilio conocido, los agentes podrán proceder al arresto inmediato. En estos casos, la amenaza se considera suficientemente grave para justificar la detención.
Este cambio de procedimiento, que comenzó a aplicarse hace dos semanas en Álava y se ha extendido al resto de la comunidad autónoma, ha generado cierta incertidumbre entre los agentes. Algunos ertzainas han expresado dudas sobre cómo discernir si una amenaza es real o no en el breve tiempo que tienen para evaluar una situación en la que se exhibe una arma blanca.