A pesar de los esfuerzos de conservación, la presencia del lobo en Álava ha disminuido considerablemente en las últimas dos décadas. Los censos más recientes, correspondientes al periodo 2019-2020, indican que los lobos ocupan solo el 21,4% de la provincia, distribuidos en 12 cuadrículas UTM de 10×10 km. Esto representa una reducción significativa en comparación con los censos de 2003-2005, cuando ocupaban el 42,9% del territorio. Sin embargo, los ataques al ganado siguen siendo una preocupación latente para los ganaderos de la región.
Fenología y concentración de ataques
En Álava, los ataques de lobos al ganado suelen concentrarse durante los meses de verano y otoño, cuando los rebaños suben a los pastos de montaña. En invierno y primavera, la incidencia de estos ataques disminuye, ya que el ganado se encuentra mayormente estabulado. En 2019, los lobos atacaron a 146 animales, lo que representó solo el 0,15% del ganado total de la provincia, que asciende a 99.862 cabezas. Pese a este bajo porcentaje, los daños generan tensiones entre el sector ganadero y las autoridades.
Distribución y reducción de manadas
Históricamente, el número de manadas de lobos en Álava ha disminuido. Entre 2008 y 2019, los censos mostraron una tendencia negativa en el número de grupos reproductores. De hecho, en los años reproductores 2018 y 2019 no se detectaron manadas activas en la provincia. Esta reducción contrasta con los datos del periodo 1993-1994, cuando el lobo ocupaba el 10,77% del territorio alavés. A pesar de la menor ocupación, las áreas de Urkabustaiz, Kuartango y Ayala siguen siendo puntos conflictivos debido a los ataques.
Dieta del lobo en Álava: corzos y ganado en el menú
Un estudio realizado por el Departamento de Medio Ambiente y Urbanismo de la Diputación Foral de Álava analizó 102 excrementos de lobo recogidos en Álava y zonas cercanas a Burgos. Los resultados muestran que el 89,25% de la dieta de estos depredadores se compone de ungulados, tanto silvestres como domésticos. El corzo, junto con el ganado ovino y bovino, representa el 83% de la biomasa consumida por los lobos, lo que refleja el impacto que estos animales tienen sobre la fauna local y la ganadería.
Impacto y medidas de conservación
Entre 1987 y 2007, se registraron en Álava 48 lobos muertos por diversas causas, entre ellas la caza ilegal, atropellos y otras formas de mortalidad no natural. Estas cifras reflejan las presiones que enfrenta la población de lobos en la provincia. En respuesta a estas amenazas, el Gobierno vasco ha desarrollado un plan de gestión del lobo, que incluye medidas preventivas y compensatorias. Entre ellas, destaca un sistema de verificación de daños que audita «in situ» los ataques ha ganado y la implementación de un proyecto piloto de pastores de guarda en 2023-2024, con resultados prometedores.
Inversiones para la coexistencia y compensaciones
Para mitigar los efectos de los ataques de lobos, el Gobierno vasco invertirá 480.000 euros anuales en medidas de gestión. De esta suma, 50.000 euros se destinarán específicamente a compensar a los ganaderos por las pérdidas ocasionadas. Asimismo, se está trabajando en la revisión periódica del plan para garantizar que las medidas de conservación y prevención sigan siendo efectivas. Este compromiso incluye la creación de nuevas estrategias para evitar que los lobos crucen carreteras y vías de tren, reduciendo así las muertes de esta especie.
Proyecto piloto de pastores de guarda
Entre las medidas más destacadas está el proyecto piloto de pastores de guarda en Álava, que se implementó entre 2023 y 2024 con resultados positivos. Este proyecto ha reducido los ataques de lobos al ganado en las zonas más afectadas, como Ayala y Kuartango, y ha sido ampliado en 2024 para cubrir más áreas rurales. Esta iniciativa demuestra que es posible encontrar soluciones que permitan la coexistencia entre la ganadería y la fauna salvaje en Euskadi.