La implementación de una tasa turística en Vitoria, similar a la que ya se aplica en varias ciudades de Europa, podría generar ingresos significativos para la ciudad. Con una tasa de 1,20 euros por cada pernoctación, se podría recaudar 959.317 euros al año, basándose en las 799.431 pernoctaciones registradas en 2023 y una estancia media de 2,08 días por persona.
¿Cómo funcionan las tasas turísticas en otras ciudades europeas?
Ciudades de toda Europa ya han implementado las denominadas tasas turísticas con el objetivo de financiar el mantenimiento de sus infraestructuras turísticas. Por ejemplo, en Venecia, Italia, se cobra una tasa de 5 euros por acceder a la ciudad en días específicos del año, mientras que Ámsterdam impone una de las tasas más altas de Europa, que supera los 20 euros por noche. En Alemania, las ciudades de Berlín y Hamburgo aplican un impuesto cultural del 5% sobre la factura del alojamiento, y en Francia, más de 50 ciudades ya cobran entre 20 céntimos y 4 euros por noche.
En España, la tasa turística ya está en vigor en Cataluña y las Islas Baleares. En Cataluña, la tarifa varía dependiendo de la ubicación y el tipo de establecimiento, siendo de 1,20 euros por noche en hoteles de 4 estrellas fuera de Barcelona, tarifa que hemos cogido como referencia para calcular los ingresos que podría haber en la capital alavesa.
Impacto de la tasa en el turismo de Vitoria
Si se aplicara la tasa de 1,20 euros por noche en Vitoria, basándonos en las pernoctaciones de 2023, la ciudad recaudaría un total de 959.317 euros. Este dinero podría utilizarse para mejorar las infraestructuras turísticas y promover un turismo más sostenible. Actualmente, el debate sobre la instauración de una tasa turística en Euskadi está en marcha, y se ha propuesto que sea un impuesto autonómico, no municipal. Esta tasa tendría carácter progresivo, con exenciones y bonificaciones según la edad de los turistas y otros factores, como la temporada alta o baja.
El Gobierno Vasco aún debe definir cómo se gestionarán los ingresos generados por esta tasa. Según han señalado en diferentes entrevistas, el objetivo es que sea «un impuesto a favor del turismo», promoviendo la redistribución de los visitantes por todo el territorio y evitando la concentración en determinadas épocas del año.
En el caso del Ayuntamiento de Vitoria, la concejala de Promoción Económica y Turismo, María Nanclares, ha señalado que «una tasa turística o un impuesto sobre las estancias no desincentiva el turismo», siempre y cuando se alcance un acuerdo entre el sector y las instituciones para que los visitantes paguen por alojarse en la ciudad.