El Ayuntamiento de Vitoria ha confirmado un nuevo retraso en el inicio de las obras del tranvía a Zabalgana, que no arrancarán hasta el año 2026. Este anuncio supone un aplazamiento de dos años respecto a las previsiones iniciales anunciadas durante la pasada campaña electoral.
- Nueva fecha para el inicio de las obras: El año 2026, sin especificar el trimestre.
- Revisión de plazos: La fecha inicial para el estudio informativo, fijada en septiembre de 2024, no se ha cumplido.
- Partidas presupuestarias reservadas: El Ayuntamiento asegura que sigue en contacto con el Gobierno Vasco y mantiene previstas inversiones para la adquisición de 12 nuevos convoyes de tranvía.
La concejala de Espacio Público, Beatriz Artolazabal, ha reconocido los retrasos en el proyecto y evitó precisar plazos concretos: «Yo trasladé que la fecha más temprana podría ser el último trimestre del 2025. Esa fecha no se va a cumplir y, por tanto, no voy a aventurarme a lanzar una nueva fecha para que nadie me acuse de incumplimiento de las mismas. Lo que voy a decir es que en el año 2026 la obra va a comenzar; no sé si en el primer trimestre, en el segundo, en el tercero o en el cuarto».
Por su parte, el Partido Popular ha criticado duramente estos retrasos. Iñaki García Calvo, representante del grupo, ha señalado que: «En el año 2023, la hoy alcaldesa, en ese momento candidata, se paseaba por el barrio de Zabalgana diciendo que las obras del tranvía podrían iniciarse a finales del 2024. Desde luego, hasta el año 2030 es posible que Zabalgana no tenga tranvía».
El tranvía a Zabalgana fue uno de los temas centrales en la pasada campaña electoral. Sin embargo, los plazos legales asociados a la tramitación y licitación han dificultado el cumplimiento de los tiempos anunciados. Desde el Ayuntamiento, defienden que las obras se encuentran dentro de una planificación consensuada con el Gobierno Vasco, aunque reconocen la complejidad administrativa.
El retraso alimenta la percepción de que los anuncios realizados durante la campaña podrían haber sido precipitados. Según críticas de la oposición, las fechas iniciales no se ajustaban a la realidad administrativa y legal necesaria para avanzar con el proyecto.