La Policía Local de Vitoria-Gasteiz ha comenzado este jueves una huelga de celo, una medida de presión que no se aplicaba desde 2017. En aquella ocasión, el conflicto se extendió durante cuatro meses y tuvo un impacto significativo tanto en la ciudadanía como en las arcas municipales. Esta nueva protesta surge, según los sindicatos, como respuesta a la falta de personal y otras carencias estructurales.
- Motivo de la huelga: Denuncias por falta de personal y condiciones laborales.
- Antecedente más reciente: Una huelga de celo en 2017, que duró 120 días.
- Impacto de la huelga anterior: Aumento exponencial de multas y tensiones ciudadanas.
La huelga de 2017: un precedente de alta intensidad
La última huelga de celo de la Policía Local, iniciada el 31 de octubre de 2017, marcó un punto de inflexión en las relaciones laborales entre el cuerpo policial y el gobierno municipal. Durante 120 días de protestas, los agentes aplicaron estrictamente la normativa, lo que derivó en una escalada de sanciones por infracciones que habitualmente eran toleradas. Entre las más comunes, se multó a peatones que cruzaban semáforos en rojo, vehículos en doble fila y ciclistas circulando en dirección contraria.
Impacto económico y social
El impacto económico de aquella huelga fue notable, con un incremento de ingresos en concepto de multas que superó los 600.000 euros. Este endurecimiento de las sanciones generó fuertes críticas de la ciudadanía, especialmente en barrios como Sansomendi, donde las multas afectaron a zonas de aparcamiento informalmente permitidas durante años.
Resolución del conflicto de 2017
El conflicto finalizó el 27 de febrero de 2018 con un acuerdo respaldado por el 65,5% de los agentes. Este incluía un aumento salarial de 1.100 euros anuales, mejoras en la organización de turnos, una Oferta Pública de Empleo con 32 nuevas plazas y medidas para favorecer la conciliación laboral y familiar.
Huelga de enfermo les daba yo a estos impresentables que no saben lo que es trabajar .