El proyecto para trasladar el centro Bizan de Judimendi a un nuevo espacio vuelve a quedar en el aire. Pese a los esfuerzos de encontrar una solución a esta histórica demanda vecinal, la negociación por una lonja de más de 1.200 m² ha fracasado, lo que obliga a comenzar de nuevo la búsqueda de un espacio adecuado en el barrio.
Un espacio insuficiente para las necesidades actuales
El Bizan de Judimendi, diseñado para promover el envejecimiento activo entre mayores de 60 años, funciona actualmente en un local de 200 m² que presenta barreras arquitectónicas y resulta insuficiente para la cantidad de usuarios. La demanda de un espacio más amplio y accesible ha sido reiterada por vecinos y usuarios, quienes consideran esencial garantizar servicios como comedor y podología, además de áreas para talleres y encuentros sociales.
En busca de resolver este problema, el Ayuntamiento localizó una lonja que parecía cumplir con los requisitos. Sin embargo, tras cuatro reuniones entre septiembre y diciembre con los propietarios, las negociaciones concluyeron sin acuerdo debido a discrepancias económicas.
«Es una reivindicación histórica»
Lucho Royero, concejal de Asuntos Sociales, ha explicado la situación este lunes en la Comisión de Políticas Sociales, respondiendo a preguntas de Alberto Porras (EH Bildu) y Garbiñe Ruiz (Elkarrekin Podemos). Royero ha destacado que, a pesar de no lograr un acuerdo, se han realizado importantes gestiones: “La situación del cambio de ubicación del Bizan de Judimendi se encuentra en proceso. Conscientes de la complejidad del cometido, estamos comprometidos en la búsqueda de una solución viable y realista que dé respuesta a esta histórica reivindicación vecinal y de las personas usuarias”.
El concejal ha detallado que las negociaciones comenzaron en septiembre con una primera reunión entre el Ayuntamiento y la propiedad de la lonja. Durante los meses siguientes, el equipo técnico municipal inspeccionó el local, evaluó su viabilidad y presentó una propuesta económica basada en criterios objetivos. Sin embargo, según Royero, «no fue posible alcanzar las pretensiones económicas legítimas de la propiedad».
Vuelta a la casilla de salida
El fracaso en las negociaciones obliga al Ayuntamiento a retomar desde cero la búsqueda de locales con un mínimo de 800 m² dentro del barrio. Royero subraya que esta búsqueda ya había comenzado previamente con apoyo de la asociación vecinal y otros departamentos municipales, aunque hasta ahora no se ha encontrado ningún espacio adecuado.
El concejal ha reconocido la frustración generada por la falta de avances concretos: “Hemos hecho un ejercicio de transparencia dando información de los pasos dados, con fechas y momentos. Es decepcionante no haber podido cerrar el acuerdo, pero esto no significa que no se haya avanzado. Continuamos trabajando con la misma determinación para responder a esta necesidad histórica”.
La presión vecinal y el próximo paso
La asociación vecinal de Judimendi, que había colaborado en la identificación de posibles locales, ha insistido en la necesidad de agilizar las gestiones. Según ellos, el barrio cuenta con múltiples lonjas vacías que podrían adaptarse a las necesidades del Bizan.
El concejal ha anunciado que se mantendrán reuniones periódicas con la asociación y los usuarios del centro para informarles sobre los avances. La próxima reunión está prevista para febrero, con el objetivo de compartir cualquier novedad sobre nuevas ubicaciones.
Royero ha cerrado su intervención en la Comisión solicitando apoyo político: “Espero contar con el apoyo de todos los grupos para garantizar la financiación necesaria para este importante proyecto. Seguiremos trabajando para que esta legislatura podamos dar respuesta a esta reivindicación”.
