El sindicato ELA ha pedido al Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) que adopte medidas urgentes para evitar el apagado del horno de Guardian Glass en Llodio. La multinacional tiene previsto cerrar la planta este miércoles, 29 de enero, lo que dejaría sin empleo a 171 trabajadores y pondría en peligro la actividad industrial de la zona.
Una decisión irreversible
ELA busca evitar un cierre que considera «irreversible». El sindicato recuerda el caso de Alcoa en Lugo, donde en 2020 la justicia bloqueó el apagado de las cubas de aluminio hasta resolver los litigios por los despidos. Gabriel Ainz, miembro del comité de empresa, advirte del riesgo de colapso de la planta si el horno se apaga sin un protocolo adecuado: “Queremos ganar tiempo para hacerlo bien. Existe un grave riesgo de que el horno colapse y afecte al edificio”.
El comité de empresa también ha denunciado la falta de personal capacitado para realizar el procedimiento, que requiere entre 15 y 20 trabajadores. Ainz expresa su preocupación por la posible entrada de técnicos externos: “No queremos que venga nadie de fuera”.
Este miércoles, trabajadores y vecinos se concentrarán ante la planta para intentar frenar el cierre, y el jueves comenzará una huelga indefinida.
Exigencias al Gobierno Vasco
ELA ha pedido al Gobierno Vasco que intervenga para impedir el apagado del horno. Desde el Ejecutivo, se ha ofrecido a la empresa una asesoría técnica independiente para evaluar el estado del horno y buscar alternativas. Mikel Jauregi, consejero de Industria, ha criticado la decisión de adelantar el cierre, inicialmente previsto para el 3 de febrero.
Además, el Gobierno ha convocado a Guardian y a los sindicatos a una reunión y prevé coordinarse con la Diputación de Álava y el Ayuntamiento de Llodio para buscar soluciones.
