Este año se cumplen 49 años de uno de los episodios más oscuros en la historia de Vitoria-Gasteiz. El 3 de marzo de 1976, cinco trabajadores fueron asesinados y más de cien resultaron heridos en un brutal ataque de la policía armada española contra una asamblea obrera. Aquel día, la represión policial alcanzó su máximo nivel en un contexto de lucha laboral y falta de derechos fundamentales.
Lucha y represión
La ciudad vivía un ambiente de movilización laboral inédito. La dictadura franquista apenas había comenzado su etapa final tras la muerte de Francisco Franco en noviembre de 1975, y la clase trabajadora sufría condiciones de precariedad extrema. En este marco, los obreros de Vitoria-Gasteiz iniciaron un movimiento de huelga en busca de mejoras sociolaborales, pese a la inexistencia de derechos como el de huelga, manifestación o reunión.
Tras más de dos meses de huelga, el 3 de marzo de 1976 se convocó un paro total. La respuesta fue masiva: no solo participaron los trabajadores de las empresas en lucha, sino también el comercio, los servicios, los estudiantes, las amas de casa y gran parte de la ciudadanía. Desde la mañana, la policía reprimió cualquier intento de manifestación, disparando fuego real y dejando a los primeros heridos de bala.
La asamblea y la intervención policial
A las cinco de la tarde, miles de personas se reunieron en la iglesia de San Francisco de Asís, en el barrio de Zaramaga, para informar sobre la situación. La policía permitió que el recinto se llenara hasta alcanzar unas cinco mil personas en su interior, mientras una cantidad similar quedaba fuera. De manera premeditada, ordenaron entonces el desalojo.
Los asistentes, temiendo la violencia policial, se negaron a salir. En respuesta, la policía atacó con gases lacrimógenos, obligando a la multitud a huir asfixiada y en pánico. Fue en ese momento cuando los agentes abrieron fuego contra los trabajadores indefensos. Los disparos no solo alcanzaron a quienes escapaban, sino también a quienes intentaban ayudar desde fuera.
Cinco asesinados y cientos de heridos
La brutal represión dejó un saldo trágico: cinco trabajadores asesinados y más de cien heridos, muchos de ellos de gravedad. Las grabaciones de la frecuencia de la policía, que aún se conservan, revelan cómo los agentes celebraban haber disparado más de mil tiros y la «paliza histórica» que propinaron.
Las víctimas mortales fueron:
- Pedro María Martínez Ocio
- Francisco Aznar Clemente
- Romualdo Barroso Chaparro
- José Castillo García
- Bienvenido Pereda Moral
Impunidad y olvido oficial
Inicialmente, los partes hospitalarios llevaron a la apertura de diligencias judiciales. Sin embargo, tras un prolongado periplo judicial, el caso terminó en la jurisdicción militar. A pesar de que se reconoció que los hechos podrían constituir delitos de homicidio, el proceso fue archivado por «falta de pruebas» para identificar a los responsables directos.
Las reclamaciones por responsabilidad civil de algunas de las víctimas tampoco fueron atendidas. La impunidad se convirtió en la única respuesta oficial a una de las peores agresiones contra la clase trabajadora en la historia de la ciudad.
Un recuerdo que no se olvida
Casi cinco décadas después, la masacre del 3 de marzo sigue siendo un episodio imborrable para Vitoria-Gasteiz. Cada año, la ciudad recuerda a sus víctimas y exige justicia por una tragedia que marcó para siempre la lucha obrera en el País Vasco. La memoria de aquel día no solo honra a los caídos, sino que también mantiene viva la demanda de verdad y reconocimiento para los que sufrieron la violencia de un Estado que nunca asumió su responsabilidad.
pero q paso despues? como se quedo españa y el pais vasco