El Gobierno de Vitoria ha aprobado este viernes el primer paso para la aprobación del nuevo Plan Especial de Rehabilitación Integral (PERI) para definir el futuro del Casco Viejo. El objetivo es modernizar uno de los espacios más antiguos de la ciudad, facilitando la mejora de viviendas y locales.
El nuevo PERI afecta a un área donde se concentran más de 4.600 viviendas y unos 700 negocios. Uno de los cambios más relevantes será la modificación del catálogo de edificios protegidos. Hasta un centenar de bloques saldrán de esa lista, lo que permitirá a sus propietarios realizar reformas de mayor calado que antes no estaban permitidas.
Esta flexibilización normativa, sin embargo, vendrá acompañada de condiciones. Las fachadas solo podrán pintarse con una gama específica de colores y se mantendrá la obligación de conservar elementos tradicionales como balcones y miradores.
Además, el plan contempla mejoras en la accesibilidad, autorizando la instalación de ascensores o escaleras que conecten edificios contiguos, algo que hasta ahora no estaba permitido en muchos casos por las limitaciones estructurales del Casco Viejo. El Ayuntamiento también intervendrá directamente en cinco bloques residenciales ubicados en las calles Zapatería, Correría, Nueva Dentro, Pintorería y Herrería, donde se prevén obras públicas de rehabilitación.
Golpe municipal contra las construcciones ilegales
Uno de los puntos más firmes del plan es la recuperación y protección de los caños medievales, antiguos pasajes subterráneos y abiertos que forman parte del patrimonio urbano de Vitoria. A día de hoy, varios de estos espacios están ocupados por construcciones que no cuentan con permisos ni cumplen las normas urbanísticas.
El Ayuntamiento ha identificado once de estas estructuras irregulares, todas ubicadas en los caños, y ha anunciado su futura expropiación y demolición. Según ha explicado el concejal de Urbanismo, Borja Rodríguez, «aquellas construcciones que invadan los caños estaríamos hablando de construcciones irregulares y en situación fuera de ordenación, y, por tanto, en esas 11 que ha determinado el Ayuntamiento serán en las que se actúe».
Cambios en el modelo de ocio
El nuevo PERI también redefine el uso de locales comerciales en el Casco Viejo, especialmente en lo que respecta a la hostelería. Se permitirá, por ejemplo, la apertura de hoteles en edificios completos, pero con una limitación: solo se podrá abrir uno por cada manzana. También se autorizará la unión de hasta seis locales en planta baja para crear un único establecimiento. Esto permitirá dar paso a negocios más grandes, como cafeterías, restaurantes sin barra o espacios de degustación.
Sin embargo, el Ayuntamiento quiere frenar la expansión del ocio nocturno. No se autorizarán nuevos bares, pubs ni discotecas. Solo podrán seguir funcionando los ya existentes.
La alcaldesa, Maider Etxebarria, ha defendido esta decisión: «Vamos a potenciar la hostelería de día que sea respetuosa con el barrio, como los restaurantes, por ejemplo, que no tienen barra o las degustaciones, para velar por el derecho al descanso del vecindario».
Pese a haber sido aprobado por el gobierno municipal, el nuevo PERI no es todavía definitivo. Ahora se abre un plazo de dos meses para presentar alegaciones. Durante este periodo, vecinos, asociaciones, colectivos y partidos políticos podrán hacer aportaciones que podrían modificar el contenido final del plan. Después, tendrán que pactar con algún partido de la oposición para poder implantarlo.