Vitoria conmemora hoy el 49º aniversario de la masacre del 3 de marzo de 1976, cuando cinco trabajadores fueron asesinados y más de cien resultaron heridos por la represión policial en el barrio de Zaramaga. La jornada ha estado marcada por homenajes institucionales y sindicales, la reivindicación de justicia y memoria, y el anuncio del inicio del procedimiento para declarar la iglesia de San Francisco de Asís como un lugar de memoria democrática.
Por la tarde, los actos continuarán con el homenaje de la asociación de víctimas Martxoak 3 a las 18:00 horas. A las 18:30, partirá desde el monolito en memoria de las víctimas una manifestación que recorrerá la Avenida de Gasteiz, antigua Avenida del Generalísimo en 1976, uno de los escenarios clave de la represión policial de aquel día.
La iglesia de San Francisco, hacia un reconocimiento oficial
Fernando Martínez López, secretario de Estado de Memoria Democrática, ha anunciado que el Boletín Oficial del Estado (BOE) ha publicado la incoación del expediente para declarar la iglesia de San Francisco de Asís como lugar de memoria democrática:
«Para mí, como representante del Gobierno de España, es un placer anunciarlo porque hace un año el ministro de Política Territorial y de Memoria adquirió este compromiso a petición del Ayuntamiento de Vitoria.»
Martínez ha insistido en la relevancia histórica de estos hechos:
«Los sucesos del 3 de marzo simbolizan la lucha por mejoras laborales y la brutal represión policial de aquel tiempo. La iglesia de San Francisco fue un espacio de reunión para los trabajadores y, por tanto, un lugar de memoria y resistencia.»

Reivindicación sindical y política
El homenaje ha reunido a representantes sindicales y políticos que han recordado la importancia de la unidad de la clase trabajadora. Raúl Arza, secretario general de UGT Euskadi, ha señalado:
«Hoy estamos aquí para reivindicar la unidad y la lucha de la clase trabajadora. Seguimos viendo cómo los derechos laborales están en peligro en muchos países. Lo que pedimos es respeto y unidad.»
Desde CCOO Euskadi, Loli García ha destacado la trascendencia histórica de la lucha obrera:
«Los trabajadores asesinados el 3 de marzo ayudaron a traer la democracia y la libertad a este país. Este homenaje es un reconocimiento a su lucha.»
Cristina González, del PSE-EE en Álava, ha advertido sobre el peligro de perder derechos conquistados:
«Tenemos que seguir reivindicando las mejoras laborales, porque los avances conseguidos pueden verse amenazados.»
Desde el Partido Popular de Álava, Iñaki García Calvo ha expresado su condena y solidaridad con las víctimas:
«Desde el Partido Popular de Álava queremos rendir homenaje a las personas asesinadas en esa fecha tan señalada para la memoria colectiva de todos los vitorianos. El PP ha condenado siempre esta masacre y no hemos faltado ni un solo año a este homenaje desde que el Ayuntamiento lo organiza formalmente.»
García Calvo ha recordado, además, su vínculo personal con el lugar:
«En esta iglesia, donde hoy rendimos homenaje a las víctimas, fui bautizado 12 años después de aquellos hechos. Queremos mantener viva la memoria de lo que ocurrió y mostrar nuestra solidaridad con las familias.»
Por su parte, Óscar Fernández, de Equo, ha denunciado la impunidad de la masacre:
«Cuarenta y nueve años después, siguen sin depurarse las responsabilidades políticas. Exigimos verdad y justicia.»
Desde EH Bildu, Arnaldo Otegi ha enmarcado la masacre dentro del contexto de la lucha obrera y política de la época:
«Hoy venimos a hacer un acto de memoria de clase, una memoria trabajadora y una memoria nacional de Euskal Herria. Ninguno de los derechos de los que hoy disfrutamos habrían sido posibles sin la lucha del movimiento obrero y de los pueblos.»
Otegi ha recordado que la huelga del 3 de marzo no solo fue por mejores salarios, sino también por un sindicalismo libre que desafiaba el modelo franquista:
«Poner en marcha un movimiento obrero a través de las empresas con delegados elegidos democráticamente era una osadía inaceptable para quienes querían una reforma controlada del régimen.»
Para el líder abertzale, la represión en Vitoria fue una estrategia para marcar los límites del proceso de transición:
«Había que disciplinar al pueblo trabajador, ejemplarizarlo y decirle hasta dónde podían llegar. Quienes ayer daban la mayor paliza de la historia, al día siguiente se convirtieron en fervientes demócratas.»

Un recorrido por los escenarios de la represión
A las 18:30 horas, la manifestación partirá desde el monolito en memoria de las víctimas y recorrerá la Avenida de Gasteiz, antigua Avenida del Generalísimo. Este recorrido tiene un fuerte significado histórico: la Catedral Nueva fue el lugar donde se celebró el funeral por los fallecidos y la avenida fue uno de los principales escenarios de la brutal represión.
Desde la mañana del 3 de marzo de 1976, la Policía Armada cargó con violencia en esa zona, golpeando y disparando contra transeúntes y trabajadores de Mevosa (antigua Mercedes), que solo querían asistir a una asamblea en la iglesia de Los Ángeles. Para mantener viva la memoria de aquellos hechos, durante la manifestación se reproducirán audios con testimonios de la época y fragmentos de los libros De la huelga a la matanza e Informe Vitoria, dos de las primeras obras que denunciaron la masacre.
Desafíos pendientes
A un año del 50º aniversario, varias voces han lamentado que la iglesia de San Francisco de Asís aún no se haya convertido en un memorial. Garbiñe Ruiz, de Elkarrekin, ha recordado:
«Es necesario invertir más de un millón de euros para evitar su deterioro. Mientras tanto, el mejor homenaje es seguir saliendo a la calle y recordando la lucha obrera.»
Ione Berriozabal, del PNV, ha insistido en la necesidad de justicia:
«Esperamos que en el 50º aniversario la Fundación Memorial 3 de marzo tenga bien definidas sus líneas de trabajo para honrar como se debe a las víctimas.»

Lander Martínez, de Sumar, ha sido contundente:
«Esto fue un crimen de Estado que sigue impune. Exigimos memoria, verdad y reparación.»
La alcaldesa de Vitoria, Maider Etxebarria, ha reafirmado el compromiso del Ayuntamiento con la memoria histórica:
«Cada 3 de marzo nos reunimos aquí para rendir homenaje a quienes murieron defendiendo sus derechos laborales. La tramitación para declarar la iglesia de San Francisco de Asís como lugar de memoria refuerza este compromiso.»
Desde el Gobierno Vasco, la consejera de Justicia, María Jesús San José, ha subrayado:
«Nuestra responsabilidad es recordar lo que costó alcanzar la democracia. No solo por las víctimas del 3 de marzo, sino por toda la sociedad.»
Jon Hernández, del PCE-EPK, ha concluido con un mensaje de lucha:
«Si no peleamos por nuestros derechos, nadie nos los va a regalar. El 3 de marzo es memoria, pero también es actualidad.»
La jornada culminará con la manifestación, que recorrerá los escenarios de la represión, reivindicando justicia y manteniendo viva la memoria de aquellos que lucharon por los derechos laborales y la democracia.