El parte de actuaciones publicado este martes por los bomberos de Vitoria ha dejado en evidencia la intensidad con la que se vivió el apagón eléctrico del lunes en la capital alavesa. Mientras miles de personas salían a las calles para celebrar San Prudencio y disfrutar del sol en las campas de Armentia, los equipos de emergencias tuvieron que multiplicarse para atender decenas de avisos en pocas horas.
La luz se fue a las 12:33 del mediodía y no comenzó a restablecerse hasta pasadas las 15:00. Euskadi fue comunidad autónoma donde menos ha durado el corte de suministro, pero eso no evitó que la situación generara un auténtico caos.
Según el informe oficial, desde las 12:44 y durante todo el día, los bomberos recibieron más de 40 avisos por personas atrapadas en ascensores. El primer rescate se registró apenas 14 minutos después del apagón. Entre las 12:44 y las 14:10, las llamadas se sucedieron sin descanso, con apenas minutos de diferencia entre una y otra.
Además de los rescates, el parte recoge varias intervenciones por humo en cubiertas y salas de calderas, presencia de vapor de agua, fallos en alarmas y cierre de lonjas. En algunos momentos, las emergencias coincidierón en el tiempo, obligando a los equipos a dividirse para llegar a todos los puntos.
Los bomberos también atendieron avisos que no llegarón a través del 112, sino directamente desde las centrales propias de Bomberos y Policía Local, lo que da cuenta del volumen extraordinario de incidencias.
Aunque no ha habido que lamentar daños personales, la jornada del lunes ha supuesto un gran esfuerzo para los servicios de emergencia. El parte oficial difundido hoy refleja con claridad lo que no se vio desde la calle: un día de fiesta que, para los bomberos de Vitoria, ha sido una carrera contrarreloj.
