Los bares de la Plaza Nueva se han encontrado con una sorpresa poco agradable al enterarse de que deberán desmontar sus terrazas justo cuando más las llenan los clientes. El motivo es el montaje del Ironman, una prueba deportiva que se celebrará el domingo 13 de julio y que requiere varios días de preparación en la plaza.
En un primer momento, se les comunicó que el cierre de terrazas duraría cuatro días. Eso significaba quedarse sin veladores todo un fin de semana, algo que no esperaban. Aunque ya habían vivido situaciones parecidas en años anteriores, el aumento de días ha generado preocupación.
El montaje comienza este jueves
La organización de la prueba comenzará a instalar la meta el jueves 3 de julio en la zona sur de la plaza, cerca de la calle Postas. Allí se ubica el punto final de la carrera. Esta actividad afecta directamente a varios bares de la zona, ya que ocupan parte del espacio con sus terrazas.
Según el Ayuntamiento, la solicitud de cierre partió de los propios responsables del Ironman. El área de Espacio Público, que dirige Beatriz Artolazabal, fue la encargada de tramitar la petición. “Simplemente tramitamos las solicitudes tal y como llegan, siempre que cumplan con la normativa vigente”, explican desde este departamento.
El Ayuntamiento media tras las quejas
Ante el enfado de los hosteleros, Gasteiz On trasladó la queja al Ayuntamiento. A partir de ahí, se inició una conversación con la organización del evento para intentar reducir las molestias.
Fruto de ese contacto, se acordó limitar el cierre de terrazas a solo dos días. “Finalmente, solo será necesario cerrar veladores durante dos días y, en todo caso, se avisará previamente a cada hostelero afectado”, han confirmado fuentes municipales.
Falta de claridad sobre los tiempos
Aunque se ha reducido el impacto previsto, sigue habiendo dudas. No está claro en qué momento exacto tendrá que retirarse cada terraza, ni si el cierre será puntual o continuo a lo largo de esos dos días. Lo que sí se ha definido es que el montaje empezará por la parte de la plaza donde no hay veladores, y que el cierre será progresivo “en función de las necesidades reales de montaje”.
Desde el Departamento de Espacio Público insisten en su compromiso con el equilibrio: “Ironman es un evento de ciudad y trabajamos para facilitar su desarrollo sin perjudicar más de lo necesario a la actividad habitual. Cuando hay margen para mejorar, como en este caso, lo hacemos con la máxima colaboración y diálogo con todas las partes implicadas”.