Desde esta temporada 2025-2026 el aparcamiento de la plaza Amadeo García de Salazar, junto al estadio de Mendizorrotza, permanecerá cerrado en días de partido. La medida, que afecta a unas 500 plazas, se justifica en informes de seguridad y en el actual nivel 4 de alerta antiterrorista. Como alternativa, el Ayuntamiento recuerda que se podrá aparcar en Mendizabala, con capacidad para 1.000 vehículos.
Pero la decisión ha despertado polémica. Y no solo porque se trata de una medida unilateral, como denunció el Deportivo Alavés, sino porque el nivel 4 antiterrorista lleva activo en España desde 2015 y nunca antes se había optado por cerrar el parking. La pregunta que se hacen muchos aficionados es evidente: ¿por qué ahora?
Argumentos de seguridad
El Consistorio insiste en que la medida responde a criterios técnicos. Los informes de Policía Local y bomberos advierten de riesgos críticos: vías de evacuación bloqueadas, demoras en la entrada de ambulancias o la imposibilidad de instalar un Puesto de Mando Avanzado en caso de emergencia.
Sin embargo, la explicación no ha frenado las críticas. En redes sociales se multiplican los mensajes de descontento y la sensación generalizada es que se trata de un golpe directo a la afición, que ya ve complicada la logística de los días de partido.
Entre la seguridad y la oportunidad política
El trasfondo no pasa desapercibido: España lleva una década en nivel 4 de alerta antiterrorista, y pese a ello, hasta ahora no se habían aplicado medidas tan drásticas en Mendizorrotza. Para muchos, la decisión llega tarde y mal. El propio Deportivo Alavés, sorprendido por no haber sido consultado, se desmarca de una medida que considera ajena a la lógica del fútbol y de la gestión compartida con el Ayuntamiento.
Otros recuerdan que en ciudades como Pamplona ya se han cerrado aparcamientos en zonas cercanas a estadios, como en El Sadar. Pero el debate en Vitoria-Gasteiz se centra más en la oportunidad: ¿se trata realmente de una cuestión de seguridad o de una medida política disfrazada de protección ciudadana?
Impacto en la afición
La medida afecta directamente a los miles de seguidores que cada jornada se desplazan a Mendizorrotza. Muchos de ellos se sienten castigados, obligados a estacionar más lejos o a depender del transporte público. “Nos venden que es por seguridad, pero llevamos años en alerta y nunca se ha hecho”, critican en redes.
Lo cierto es que, guste o no, el cierre está ya en marcha. El bando municipal regula horarios, excepciones y cortes de tráfico, con un dispositivo que cambiará para siempre la rutina de los días de partido en Mendizorrotza.