
Un grupo de unas 50 personas refugiadas de Mali vive desde hace dos semanas en las calles de Vitoria-Gasteiz. Son solicitantes de asilo político que duermen en la intemperie, sobre cartones o colchones improvisados, y sin un lugar fijo. Algunos de ellos permanecen en el entorno de la oficina de extranjería de la Policía Nacional en Betoño, mientras que otros lo hacen en la zona de Gazalbide.
Dificultad para obtener cita
El grupo ha entregado una lista de solicitudes en la comisaría de extranjería, aunque admite que lograr una cita está siendo muy complicado. “Cada día se atiende un número determinado de personas en función de los huecos que van quedando libres”, señalan fuentes de extranjería a GasteizBerri.
En la oficina de Vitoria se trabaja con más rapidez que en otras del entorno, lo que ha generado un “efecto llamada”. Allí están llegando solicitantes no solo desde distintos puntos de España, sino también de países como Italia y Francia.
Apoyo de asociaciones y entidades
La Asociación de Marfileños de Álava está ayudando a los refugiados en la gestión de trámites, aunque reconoce que las entidades que trabajan con personas migrantes están “desbordadas”. Como medida de urgencia, proponen habilitar algún centro cívico como refugio temporal mientras se resuelven las solicitudes.
Desde que se conoció la presencia del grupo en Vitoria-Gasteiz, se ha activado un trabajo de coordinación entre la Subdelegación del Gobierno, CEAR, Zehar y la Asociación de Malienses, por tratarse de solicitantes de protección internacional. También se está colaborando con el Gobierno Vasco y con los ayuntamientos de Donostia y Bilbao.
El Ayuntamiento de Vitoria está ofreciendo atención social directa, y el equipo de educadoras de calle acompaña, asesora y visita al grupo de refugiados. Aun así, se subraya que la gestión de este asunto corresponde a la Delegación del Gobierno.
Respuesta institucional
La Delegación del Gobierno en Euskadi afirma que está haciendo “todo lo posible” para agilizar los trámites de asilo, aunque reconoce que los plazos se alargan y que el mes de agosto añade más complicaciones.
Por su parte, el Gobierno Vasco ha pedido al Ejecutivo español que acelere el traslado de las personas refugiadas malienses hacia centros de atención estatales de comunidades autónomas cercanas, donde “existen plazas libres”.
Fuentes del Departamento de Bienestar, Juventud y Reto Demográfico recuerdan que esta materia depende del Gobierno central, dado que la Administración autonómica “carece de competencias en este ámbito”.