En Trespuentes, la preocupación crece al ritmo del abandono institucional. El Concejo del pueblo ha vuelto a denunciar el estado del cauce del río Zadorra, especialmente en el tramo que va desde el puente de Mamario hasta el puente romano del propio pueblo. La imagen que describe la Junta Administrativa es clara: “una auténtica jungla”.
Una ribera sin mantenimiento
El comunicado señala que la ribera está plagada de “especies exóticas de dudoso valor ambiental, árboles retorcidos, con ramas y troncos caídos o medio caídos invadiendo el cauce y con plásticos y basura colgando de sus ramas”. Todo ello en una zona que legalmente forma parte del Dominio Público Hidráulico, pero donde, según aseguran, “no ha existido actuación alguna en décadas”.
La gestión de este espacio recae en dos administraciones. Por un lado, URA (la Agencia Vasca del Agua), que según su página oficial tiene entre sus funciones “desarrollar e implementar planes para gestionar el riesgo de inundación” y “llevar a cabo obras de defensa y restauración para proteger la población del territorio”. Por otro lado, la Diputación Foral de Álava, que gestiona los aspectos medioambientales de la ribera al tratarse de una Zona de Especial Conservación (ZEC).
El puente romano, en riesgo
Cada año, el Zadorra arrastra ramas y troncos desde aguas arriba, lo que acaba bloqueando los ojos del puente romano. Esto, según el Concejo, pone en peligro la zona residencial de Trespuentes, donde varias viviendas están muy próximas al río, incluso algunas en zona inundable.
En estos momentos, “desde el mes de marzo hay tres ojos del puente obturados”. A pesar de haber presentado varias quejas por escrito a URA, la única respuesta recibida ha sido por teléfono, explicando que “URA no es propietaria del puente y que por lo tanto no se hace cargo de retirar esos restos”.
Un conflicto de competencias
El Concejo de Trespuentes recuerda que “oficialmente el pueblo tampoco es propietario de este bien de interés cultural”, y que hasta ahora era URA quien realizaba esas tareas de mantenimiento. “Función que de la noche a la mañana ha dejado de desempeñar y para la que dispone maquinaria y operarios especializados… medios de los que no dispone la Junta Administrativa”, critican.
Cuando desde el pueblo han pedido una solución definitiva al problema —que incluya la gestión de la ribera, la retirada de ramas y árboles caídos, y la sustitución de especies exóticas—, la respuesta de las administraciones ha sido, según el Concejo, que “se encargue el pueblo de ello”.
“¿A qué espera URA?”
La Junta Administrativa lanza una pregunta directa: “¿A qué está esperando URA para retirar los tapones de Trespuentes, a que empiecen otra vez las lluvias?”. También cuestionan: “¿Cuándo pretende poner una solución definitiva al problema gestionando de una forma adecuada la ribera?”
El Concejo advierte que “parece que algunos no han tomado nota de las lecciones de la reciente DANA de Valencia” y considera que hay una grave falta de responsabilidad: “Les importa poco o nada la integridad de las personas y sus bienes”.
Finalmente, lanzan una advertencia: “Esperemos que las consecuencias de esta falta de gestión y esta inoperancia no conlleven consecuencias graves a futuro”.



