Este año se conmemoran 47 años de la trágica matanza que tuvo lugar el 3 de marzo de 1976 en Vitoria-Gasteiz. En esa fatídica jornada, cinco trabajadores perdieron la vida y más de 150 resultaron heridos a manos de la policía durante una huelga. Los hechos ocurrieron cuando la policía armada desalojó a unos 4.000 trabajadores en huelga que se habían reunido en la iglesia de San Francisco de Asís del barrio obrero de Zaramaga. Las autoridades lanzaron gases lacrimógenos y abrieron fuego real y con pelotas de goma contra los manifestantes.
Los cinco fallecidos fueron Pedro María Martínez Ocio, Francisco Aznar Clemente, Romualdo Barroso Chaparro, José Castillo García y Bienvenido Pereda Moral. Posteriormente, en las manifestaciones que se organizaron en diferentes localidades, también perdieron la vida Juan Gabriel Rodrigo Knafo y Vicente Antón Ferrero a causa de la represión policial.
La matanza de Vitoria-Gasteiz fue una de las mayores masacres que se produjeron en la Transición española. Sin embargo, los hechos nunca fueron investigados ni enjuiciados. Se cree que el relevo al frente del gobierno de España que realizó el rey Juan Carlos I en julio de ese mismo año, reemplazando a Carlos Arias Navarro por Adolfo Suárez, podría haber sido una consecuencia de este episodio.
Historia
En enero de 1976, seis mil trabajadores iniciaron una huelga en contra del decreto de topes salariales y en defensa de mejores condiciones de trabajo. Dos meses después, convocaron por tercera vez una huelga general que fue masivamente seguida el día 3 de marzo. Desde la madrugada, la tensión era muy grande y numerosos piquetes paralizaron prácticamente la ciudad de Vitoria. A lo largo del día, se produjeron enfrentamientos entre los trabajadores en huelga y la policía, y hubo rotura de lunas y puertas de bares en algunas calles. Hacia la una del mediodía, la virulencia de los enfrentamientos fue grande.
A las cinco de la tarde, la Policía Armada rodeó la iglesia de San Francisco de Asís en Vitoria, en la que se estaba realizando una asamblea de trabajadores y, haciendo caso omiso de la solicitud del párroco que invocó lo dispuesto en el concordato, conminó al desalojo. Apenas unos segundos después, dispararon gases lacrimógenos en un recinto cerrado y abarrotado de gente, lo que creó indignación y pánico. Los que salieron por delante fueron apaleados por los flancos y a los del frente les dispararon pelotas de goma y fuego real. Como resultado, murieron Pedro María Martínez Ocio, Francisco Aznar Clemente, Romualdo Barroso Chaparro y José Castillo, y otros sesenta resultaron heridos graves o muy graves.
A partir de ese momento, se desarrollaron violentos enfrentamientos y la Policía perdió prácticamente el control de la ciudad hasta las nueve de la noche, cuando llegaron refuerzos. El Secretario General del SPD de Alemania, Willy Brandt, canceló una entrevista con Fraga que participaba en una campaña diplomática para vender internacionalmente una reforma avalada por la monarquía. El sábado, Manuel Fraga Iribarne, entonces Ministro de la Gobernación, junto con Rodolfo Martín Villa, Ministro de Relaciones Sindicales, y el general Campano, director de la Guardia Civil, intentaron, visitando a los heridos, reducir el impacto de su decisión.
Las huelgas siguieron en toda España, especialmente en Vitoria, en el cinturón industrial madrileño y en el País Vasco. El 8 de marzo se produjo otra huelga general en todo el País Vasco, durante la cual hubo otro muerto en Basauri. Posteriormente, los altercados se multiplicaron y las huelgas generales de protesta se sucedieron durante varios meses.