La teniente de alcaldesa y concejala de Espacio Público, Beatriz Artolazabal, ha anunciado que se llevará a cabo un análisis de las intersecciones complicadas en los bidegorris (carriles bici) durante las próximas semanas. Este estudio será realizado por técnicos de los departamentos de Espacio Público y Tráfico, con el objetivo de mejorar la seguridad y visibilidad en dichos puntos para ciclistas, peatones y conductores.

Los cruces que se identifiquen como más peligrosos y conflictivos debido a su ubicación en rotondas, pasos de autobuses, tranvías o coches, serán pintados de un color diferente al del asfalto. Esto permitirá que tanto vehículos como bicicletas sean conscientes de la necesidad de coexistir y extremar las precauciones en esas zonas.

La decisión de utilizar un color negro en los bidegorris en lugar del tradicional rojo se debe a varias razones y que ha causado polémica entre michos ciclistas. En primer lugar, el asfalto rojo presenta problemas de funcionalidad, ya que se desgasta más fácilmente y es menos seguro para los usuarios, al desprenderse piedrillas con mayor facilidad. Además, su mantenimiento y reparación resultan más complicados debido a la escasez de material y su alto coste, siendo el asfalto rojo 2,5 veces más caro que el negro.

Esta elección de color también se basa en la experiencia de otras ciudades referentes en movilidad sostenible, como Copenhague, así como en ciudades cercanas a Vitoria-Gasteiz, como Donosti y Pamplona, que han adoptado esta práctica.