La empresa «Desokupación legal» coacciona, presuntamente, a una vecina de Zaramaga

El Sindicato de Vivienda de Gasteiz ha hecho público el caso de una de sus integrantes que, según denuncian, habría estado sufriendo diversas formas de intimidación por parte de una empresa de des-okupación denominada «Desokupación legal». Esta situación habría generado una alarma ante un «riesgo inminente de desahucio ilegal», según declaraciones del Sindicato.

¿Qué ha ocurrido?

La inquilina y su familia, residentes en el barrio de Zaramaga, aseguran tiener un contrato de alquiler y estar al día en sus pagos. A pesar de ello, la propietaria del inmueble, cuya identidad no ha sido revelada, habría decidido dejar de alquilar la vivienda a sus actuales inquilinos. Según el Sindicato, al no poder desalojarles por vías legales, la propietaria habría contratado a «Desokupación legal» para emplear tácticas “coercitivas”.

Detalles de las tácticas utilizadas

La afectada ha recibido «constantes llamadas y mensajes» por parte de la empresa.
La cerradura del trastero fue cambiada en dos ocasiones.
Se encontró «una cabeza de cerdo cortada y unas pezuñas» en su rellano.
Se colocó una pegatina en la puerta de su vivienda.
La empresa envió «audios amenazantes» y le dio un ultimátum de una semana para abandonar la vivienda.

Eventos recientes

El lunes, individuos que el Sindicato asegura relacionados con «Desokupación legal» habrían acto de presencia en el portal del edificio, en lo que se ha interpretado como otro intento de intimidación.

Convocatoria de asamblea y llamada a la acción

El Sindicato de Vivienda ha convocado una asamblea para este viernes a las 19.00 en el barrio de Zaramaga. Según el comunicado, su objetivo es hacer frente a «actuaciones extrajudiciales y parapoliciales» de este tipo de empresas, a las que el Sindicato tilda de «fascistas».

Reflexión desde el Sindicato

El Sindicato Socialista de Vivienda de Euskal Herria también se ha dirigido a personas en situaciones similares, alegando que ni las instituciones, ni los juzgados, ni la policía defenderán a los afectados en casos como este. «Es necesario organizar la autodefensa socialista», concluyen.