Un reciente informe encargado por la concejala de Espacio Público y Barrios, Beatriz Artolazabal, concluye que, aunque los niveles delictivos en la estación de autobuses son bajos, la percepción de inseguridad entre los usuarios es una realidad a abordar. El documento, analizado por técnicos del Departamento y compartido con la Policía Local y el Departamento de Políticas Sociales, propone una serie de medidas enfocadas para acabar con la «sensación de inseguridad».

Según se explica en el documento, la sensación de inseguridad se atribuye a la infraestructura abierta del lugar, la falta de presencia policial visible y la presencia de personas en situación de vulnerabilidad.

Entre las acciones recomendadas se incluyen el control y la gestión de llaves para acceder a zonas restringidas, la limitación de acceso a las dársenas solo a personas con billete, mediante controles de acceso, y el cierre de salidas de emergencia para uso exclusivo en situaciones de emergencia.

También se propone mejorar la señalización de tráfico, implementar controles de acceso a áreas estratégicas, instalar botones de pánico para la seguridad, organizar patrullas esporádicas de policía y seguridad privada en momentos de alto riesgo e incluso aplicar el «derecho de admisión» para «liminar el acceso a aquellas personas que no tenga un motivo de estancia razonable en la estación de autobuses».

Beatriz Artolazabal ha declarado que «trabajaremos las recomendaciones aportadas y veremos cuáles se pueden implantar ya, sobre todo las internas, las relativas a la organización y el funcionamiento y que no tienen un elevado coste, y cuáles requieren de un estudio más profundo, de una cuantificación económica y de un calendario para su puesta en marcha».

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