Saray Zarate, Diputada Foral de Desarrollo Económico y Equilibrio Territorial, ha comparecido este jueves ante las Juntas Generales de Álava para abordar las preguntas de Elkarrekin sobre la afección del acuífero de Subijana por la cantera de Nanclares. Durante su intervención, Zarate ha defendido la gestión del acuífero, argumentando que los controles realizados durante años no han detectado anomalías significativas, a pesar de los informes de la Agencia Vasca del Agua (URA) que alertan sobre una afección grave en su funcionamiento.
La preocupación por el acuífero de Subijana se ha intensificado cuando salieron a la luz informes contradictorios. Mientras que los informes de la empresa y del Departamento de Industria del Gobierno Vasco niegan que haya habido un deterioro en la calidad del agua, la Agencia Vasca del Agua ha señalado la existencia de una afección grave que podría comprometer su funcionamiento a largo plazo.
Zarate, en su intervención, ha destacado la importancia estratégica del acuífero: «Coincido con usted en la potencialidad y el valor estratégico del acuífero de Subijana, en particular la subunidad de Nanclares Larraitz. Es, sin duda, uno de los más importantes de la Comunidad Autónoma». En este sentido, mencionó que la calidad y el nivel del acuífero se han estado monitorizando desde hace décadas. Según la diputada, desde 1985 se realiza un control continuo, y desde 1995 se llevan a cabo controles piezoeléctricos y de calidad química a partir de 1999.
Contradicciones en los informes de la cantera
A pesar de los controles, las dudas sobre la cantera de Nanclares y su posible impacto en el acuífero se mantienen. Según Zarate, «no hemos recibido ningún informe oficial relacionado con la calidad del agua afectada por la actividad que se viene desarrollando en la cantera Navarra pequeña, en el término municipal de Iruña de Oca». También añadió que tanto la Sección de Minas de la Delegación Territorial de Álava como la Agencia Vasca del Agua han estado al tanto de la situación y han emitido informes que se comparten públicamente.
Por su parte, URA ha confirmado en repetidas ocasiones que existe una afección grave que debe ser atendida. De acuerdo con estos informes, se han solicitado medidas de mitigación que, según denuncian, no se han ejecutado de manera adecuada. En este contexto, Zarate subraya que «la explotación minera ha sido vigilada desde su inicio en 1996 por el Gobierno Vasco, y las pruebas de agua realizadas hasta ahora no han mostrado anomalías en el acuífero».
La diputada también ha recordado que la aparición de una cavidad en la cantera en 2011 fue informada a la Delegación Territorial de Minas de manera inmediata, y que desde entonces se han emitido varios informes de seguridad. Uno de estos informes, fechado en febrero de 2017, concluye que «la mayor parte de las galerías de la cantera se ubica a una cota superior, por lo que no habría afección al acuífero, que se encuentra a un nivel de 482 metros». Zarate insiste en que estos documentos, elaborados por expertos en la materia, demuestran que la explotación minera no ha causado daños al acuífero.
Medidas de vigilancia y supervisión
En su intervención, Zarate subrayó que la actividad de la cantera ha sido objeto de una supervisión exhaustiva y constante por parte de la Delegación Territorial de Administración Industrial. «Se realizan inspecciones periódicas y campañas de vigilancia ambiental», señaló la diputada, añadiendo que no se ha detectado ningún vertido que pudiera afectar las aguas del acuífero.
Además, ante la alarma social generada por los informes en los medios de comunicación, la Diputación ha intensificado las inspecciones. «Hemos llevado a cabo una campaña intensiva de seguimiento en 2024, y hasta la fecha, no se ha observado ninguna afección al funcionamiento del acuífero ni contaminación derivada de la actividad minera», afirma Zarate.
Proyectos eólicos: otros temas en debate
Durante la sesión, además de las cuestiones relativas al acuífero, Zarate también respondió a preguntas sobre varios proyectos eólicos en Álava. La diputada aclaró que muchas de las propuestas presentadas no necesariamente forman parte de la estrategia de la Diputación, destacando que «las empresas tienen libertad para presentar sus proyectos, pero no todos son aprobados».
Uno de los casos mencionados fue el del parque eólico en Ribera Alta, que fue paralizado por su afección al medio ambiente. Sin embargo, otros proyectos, como los de Montes de Iturrieta y Larragorri, siguen avanzando tras haber recibido informes favorables, aunque con condiciones. «La transparencia es clave en estos procesos», señaló Zarate, recordando que la Diputación trabaja en colaboración con otras administraciones para evaluar los impactos de cada proyecto.