El sindicato ELA ha calificado de «tropelía» la actuación del Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz en el cese de Marian Vidaurre como comisaria de la Policía Local. Según el sindicato, la gestión de esta situación refleja una falta de respeto por los procedimientos legales y laborales. «El Ayuntamiento ha ejecutado la sentencia a su manera, sin cumplir con lo dictado por los tribunales», denuncian.
ELA insiste en la necesidad de convocar la plaza de comisario por los cauces ordinarios, permitiendo que cualquier candidato que cumpla los requisitos pueda presentarse en condiciones de igualdad. «Lo que pedimos desde el principio es un proceso limpio, sin designaciones arbitrarias ni comisiones de servicios», subrayan.
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Denuncias de exclusión y falsedades
El conflicto comenzó tras el cese de Vidaurre, que acusa al exconcejal de Seguridad, Iñaki Gurtubai, de justificar su destitución con falsedades. Una de las razones alegadas por Gurtubai fue que la excomisaria no atendía mensajes durante sus vacaciones, algo que Vidaurre rechaza, asegurando que durante ese periodo sus funciones estaban delegadas y cumplió con sus responsabilidades cuando fue necesario.
El sindicato, aunque no toma posición sobre las acciones penales que Vidaurre podría emprender, apoya sus reclamaciones laborales.
Un proceso de selección bajo sospecha
ELA también critica las condiciones del nuevo proceso de selección para la plaza de comisario, que incluyen una cláusula que prohíbe participar a quienes hayan sido cesados anteriormente por informes de «no aptitud». Según Vidaurre y el sindicato, esta cláusula fue creada expresamente para excluirla, ya que no existe ningún informe técnico que la descalifique, y el único documento al respecto fue elaborado por Gurtubai, careciendo de validez jurídica.
«El Ayuntamiento está haciendo las cosas muy mal, y sigue actuando de forma arbitraria», declara el portavoz de ELA, señalando a Gurtubai como el principal responsable de esta situación.
El Ayuntamiento no ha respondido a las acusaciones de Vidaurre.
