Olarizu no solo es un pulmón verde de Vitoria-Gasteiz. También se ha convertido en uno de los refugios más importantes para los murciélagos en toda la Comunidad Autónoma Vasca. Así lo reflejan los datos recogidos durante dos años de prospecciones que han revelado la presencia de al menos 12 especies distintas en esta zona periurbana.
“Las especies dominantes en Olarizu son el murciélago enano, el de Cabrera, el de borde claro y el nóctulo pequeño”, ha explicado Pascual Borja, concejal de Anillo Verde y Biodiversidad. Ha señalado que las tres primeras están bien adaptadas a entornos con presencia humana, mientras que el murciélago enano ha mostrado una “actividad especialmente elevada”, lo que convierte el parque en una auténtica zona de caza intensiva.
El nóctulo pequeño, por su parte, también ha sido muy detectado pese a no ser tan habitual en este tipo de entorno. Se trata de una especie migradora que utiliza las cavidades de los árboles como refugio.
En total, Olarizu alberga casi todas las especies de quirópteros identificadas en la ciudad y la mitad de las que se encuentran en Euskadi, lo que refuerza su valor ecológico. Además, estos animales desempeñan un papel fundamental en el equilibrio natural, ya que se alimentan de insectos. “Cada individuo puede comer diariamente entre un tercio y la mitad de su peso, lo que supone un control biológico muy efectivo de las poblaciones de sus presas”, ha detallado Luis Lobo, técnico del Anillo Verde.
Para llevar a cabo el estudio, se han instalado grabadoras de ultrasonidos en distintos puntos del parque durante 29 noches. Los dispositivos han permitido identificar un total de 12 especies, con una media de más de 80 vuelos por hora. “Todos los quirópteros europeos ecolocan, es decir, emiten ultrasonidos cuyos ecos les permiten observar su entorno”, ha aclarado Lobo. “Estos sonidos son distintos según la especie, por lo que su análisis posterior permite saber qué murciélagos habitan una zona concreta”, ha añadido.
Entre las especies detectadas también figuran dos que están en situación de amenaza: el murciélago del bosque, en peligro de extinción, y el grande de herradura, considerado vulnerable. El primero vive en arbolado viejo y su presencia apunta al alto valor de conservación del entorno. Sobre el segundo, Lobo ha explicado que “utiliza como abrigo las ermitas o bordas” y que su localización en Olarizu podría estar relacionada con la existencia de colonias en edificios antiguos cercanos.
A ellas se suman otros ejemplares como el murciélago hortelano, el rabudo o el de montaña, que podrían desplazarse desde los Montes de Vitoria para alimentarse en el parque.
En algunos casos, la identificación no ha sido posible solo a través de sonidos, ya que hay grupos —como los orejudos o los ratoneros— que emiten ultrasonidos casi idénticos. “Sabemos que al menos tres especies más están presentes, pero para identificarlas habría que capturarlas”, ha señalado Lobo. Tampoco se descarta que existan otros tipos de nóctulo que puedan estar pasando desapercibidos por emitir sonidos similares a los del nóctulo menor.