A veces, la historia más asombrosa está justo delante de nuestros ojos, oculta bajo capas de piedra y olvido. Así lo ha demostrado el arqueólogo Ismael García, colaborador habitual de GasteizBerri, con su investigación sobre el antiguo castillo de Vitoria-Gasteiz. La fortaleza, derribada en 1483, ha permanecido integrada en la actual iglesia de San Vicente, y parte de sus restos se conservan todavía hoy.
Su trabajo ha sido presentado esta mañana en el Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz, dentro del tercer volumen de la colección de actas municipales impulsada por la UPV/EHU, el Ayuntamiento y la Fundación Sancho el Sabio. “Este edificio era el castillo, y algunos elementos, como una torre y una escalera de caracol hoy usada como trastero, todavía se conservan”, ha explicado García. “El castillo ha sido una pieza fundamental en el skyline medieval de la ciudad”.
Una reconstrucción científica desde los documentos y el escaneo 3D
García ha combinado el análisis de las actas con un estudio arqueológico y arquitectónico apoyado en tecnologías como el escaneo láser. “Gracias a la financiación del Gobierno Vasco hemos podido realizar una medición milimétrica del edificio”, ha detallado. “Cada color representa una época distinta, lo que permite entender el edificio como un auténtico collage histórico”.
Esta reconstrucción, ha señalado, tiene base científica y está avalada por documentos, restos visibles y otras fuentes gráficas. “Cuando cruzamos la puerta de San Vicente, estamos atravesando un muro de más de dos metros y medio de grosor. Eso no es normal para una iglesia. Eso es un castillo”.

El escudo de la ciudad, testigo simbólico del pasado
Durante la presentación, García también ha subrayado que el escudo de Vitoria-Gasteiz es una herencia visual del castillo, con sus torres y cuervos. “Aún hoy forma parte de nuestra identidad colectiva, aunque muchos no sepan de dónde procede”, ha afirmado.
Su estudio forma parte de la primera sección del libro, dedicada a investigaciones originales. Junto a su aportación se encuentran los textos de José Ramón Díaz de Durana, director de la investigación, y del historiador Ernesto García Fernández.
Las actas, una ventana a la ciudad de 1480
Este volumen recoge el contenido completo de las actas municipales comprendidas entre septiembre de 1480 y septiembre de 1481. Ha sido adaptado para su lectura con una transcripción moderna, glosario de términos, índice temático y catálogo cronológico de acuerdos del Ayuntamiento.
“La documentación más completa y continuada sobre la vida de una población está en sus actas municipales”, ha recordado la concejala de Cultura, Sonia Díaz de Corcuera. “Tenemos la suerte de contar con actas del siglo XV, libros manuscritos de gran valor que han llegado hasta nuestros días y que tanto nos enseñan de nuestro pasado”.
El Archivo Pilar Aróstegui, guardián de cinco siglos de historia
El Archivo Municipal Pilar Aróstegui conserva un fondo excepcional: 564 volúmenes de actas municipales desde 1428, que ocupan casi 40 metros lineales de estanterías. Vitoria-Gasteiz, junto a Burgos, es la única ciudad del entorno que ha mantenido esta continuidad documental.
Desde 2009, se ha iniciado la digitalización de los documentos más antiguos, utilizando tecnología especializada para obras delicadas. El volumen presentado hoy también estará disponible en acceso abierto a partir de noviembre, tanto en el repositorio de la UPV/EHU como en el de la Fundación Sancho el Sabio.
Una historia que pertenece a toda la ciudadanía
El director del proyecto, José Ramón Díaz de Durana, ha remarcado que este trabajo “no solo tiene valor académico, sino que también está pensado para toda la ciudadanía interesada en conocer la historia de su ciudad”. La información extraída también se está incorporando a la base de datos pública HILAME (Hidalgos, Labradoras, Mercaderes), que permite rastrear relaciones históricas con perspectiva de género.
“Una de las fortalezas de Vitoria-Gasteiz es su historia”, ha defendido. “Y esta historia influye, además, de forma determinante en su imagen y en su marca como ciudad”.
Gracias a este volumen, y al trabajo colectivo de historiadores, arqueólogos y archiveros, la historia medieval de Vitoria vuelve a estar al alcance de quienes deseen conocerla, entenderla… y redescubrirla en los muros de sus propias calles.