El número de personas sin hogar en Vitoria-Gasteiz ha alcanzado cifras récord, según se desprende de los datos aportados por el concejal de Políticas Sociales, Lucho Royero (PNV), durante la última comisión municipal. En total, se contabilizan actualmente 233 personas en situación de calle, un dato que contrasta con los 106 casos registrados en 2024 y los 24 de 2018. Según los informes internos del propio Ayuntamiento, la cifra llegó a ser de 255 personas en junio de este año.
Desde EH Bildu y Elkarrekin han advertido que se trata de un crecimiento «exponencial» que refleja un fenómeno generalizado, pero que no exime al Ayuntamiento de su responsabilidad directa. Rocío Vitero (EH Bildu) ha afirmado que “la demanda va subiendo y en datos que realmente dan miedo”, mientras que Garbiñe Ruiz (Elkarrekin) ha señalado que “el problema se ha triplicado en menos de un año” y que esta situación “era previsible”.
El Aterpe y el Camas, desbordados
Los servicios municipales de alojamiento están colapsados. Según datos actualizados por el propio Royero, hay 92 personas en lista de espera para acceder al Aterpe y 78 en el Cmas, aunque se reconoce que algunas personas figuran en ambas listas. Ruiz ha calificado esta situación como “inaceptable”, recordando que el Decreto de Cartera de Servicios Sociales del Gobierno Vasco establece que estas prestaciones deben ser de “carácter inmediato”.
“La lista de espera y la inmediatez son conceptos incompatibles”, ha afirmado Ruiz, quien también ha criticado que el Ayuntamiento asuma servicios que corresponderían a la Diputación Foral “sin reclamar la financiación correspondiente”.
El recurso invernal, insuficiente y con fallos
El dispositivo de puertas abiertas, que se activa durante el invierno, tampoco escapa a los problemas. Ruiz ha recordado que la pasada Nochevieja el servicio no pudo abrirse por falta de personal, lo que obligó a personas a dormir al raso. Según Royero, el dispositivo funcionó 28 días, de los cuales solo en dos se quedó gente sin plaza. Ruiz ha cuestionado esta cifra, advirtiendo que muchas personas “no vuelven a llamar” tras ser rechazadas previamente.
De las 121 personas que utilizaron el recurso invernal, 73 no estaban en lista de espera y 48 sí habían solicitado algún alojamiento. A un 70% se les ofreció acceso a algún recurso, aunque cinco personas rechazaron entrar y otras cinco ya no se encontraban en la ciudad.
Demandas de mayor inversión y planificación
Desde la oposición se reclama duplicar o triplicar los recursos existentes. Vitero ha estimado que “serían necesarios tres Aterpes y dos Camas más” para atender solo a quienes ya han solicitado ayuda. Ha denunciado que, además de las personas detectadas oficialmente, hay decenas viviendo en fábricas abandonadas, soportales y espacios insalubres, con presencia de ratas, humedad e insectos, según informes elaborados por el propio departamento de Políticas Sociales.
Ruiz, por su parte, ha señalado que “si hay listas de espera y excusas es porque el gobierno municipal quiere que eso sea así” y ha exigido una respuesta “sin excusas”.
El Ayuntamiento reconoce la saturación, pero defiende su actuación
Royero ha reconocido que los recursos están tensionados, pero ha defendido la actuación municipal, asegurando que se está trabajando con otras instituciones, ampliando servicios de higiene, alimentación y lavandería, y preparando un nuevo centro de atención invernal, que no estará disponible hasta el próximo año. También ha reivindicado mejoras en el servicio Estrada, con más duchas y atención específica para mujeres.
“El acceso a vivienda es la primera demanda, no alojarse en un albergue”, ha subrayado Royero, que ha pedido entender el problema desde una perspectiva estructural y multidimensional. También ha insistido en que el fenómeno del sinhogarismo se está dando “en todas las ciudades del entorno, del Estado y de Europa”.