En el diccionario de la RAE (Real Academia Española de la lengua) se define a la INCOHERENCIA como “cosa que carece de la debida relación lógica con otra”. Pues bien, ese es, precisamente, el calificativo que mejor define la campaña “Empápate de Álava” presentada por la Diputación Foral de Álava en la última Feria Internacional de Turismo, celebrada en Madrid, entre el 22 y 26 de enero de 2020.
Incoherente porque mientras en ferias internacionales hacemos bandera, mercadeando con nuestro, por suerte, rico patrimonio natural, más del 70% de nuestras masas de agua no cumplen la Directiva Marco del Agua (DMA).
Incoherente porque, gracias a su rica biodiversidad, Araba/Álava cuenta con 29 espacios naturales (28% de su extensión) que han sido declarados ZEC (Zona de especial Conservación), ZEPA (Zona de Especial Protección para las Aves) o ambas ZEC/-ZEPA dentro de la Red Natura 2000. Espacios éstos que cuentan con “Directrices y Medidas de Gestión”, aprobadas por la propia Diputación Foral de Araba/Álava, que establecen diferentes actuaciones, con partidas presupuestarias definidas, para evitar el deterioro de los hábitats naturales que han motivado su designación como espacios a preservar dentro de la Red Natura 2000. Sin embargo, 8 de estos espacios, los correspondientes a los ríos (Arakil, Barrundia, Ega-Berrón, Zadorra, Baia, Ihuda (Ayuda), Omecillo-Tumecillo y el propio Ebro), no han recibido apenas actuaciones de mejora comprometidas por la DFA.
Incoherente porque el reciente y repentino interés de explotación turística de los escenarios fluviales más sobresalientes de nuestro territorio choca con la dejadez o falta de compromiso institucional en la defensa de los objetivos marcados en las propias “Directrices y Medidas de Gestión”, aprobadas por la DFA, para dichos escenarios. Es decir, mantenerlos en un estado de conservación favorable, evitar el deterioro de sus hábitats naturales que han motivado su designación como espacio protegido. Máxime, cuando éstos tienen diversos problemas de índole espacial, al no tener definido el dominio público hidráulico (DPH); de funcionamiento ecológico, por la presencia de numerosos azudes sin uso, falta de vegetación de ribera, no respeto de los caudales ecológicos mínimos, etc; y de calidad de las aguas que discurren por los mismos.
No obstante, y aunque solo fuere por mejorar el aspecto turístico del territorio, desde la Plataforma ciudadana Zadorra Bizirik (PZB), instamos a la Diputación Foral de Araba/Álava a que asuma las competencias propias de la gestión de estos espacios, como apuesta decidida para mejorar la realidad de nuestras masas de agua, más allá del interés mercantilista y los focos mediáticos. No basta con declarar zonas Red Natura 2000 y desarrollar unas Directrices y Medidas de Gestión en el papel. Es imprescindible realizar una gestión real y efectiva de las mismas, lo que implica desarrollar el conjunto de medidas definidas, respetando las partidas presupuestarias y garantizando su ejecución. Solo de esta forma conseguir los objetivos iniciales establecidos en ellas.
Además, ahora que parece que la emergencia climática llega a las agendas políticas, desde PZB hacemos un llamamiento a la ciudadanía para exigir a las instituciones que asuman las responsabilidades otorgadas por las personas que conformamos el territorio de Araba/Álava.
En Vitoria-Gasteiz, a 27 de enero de 2020