
Como cada 1 de mayo, la Romería de Estíbaliz ha vuelto a conseguir que cientos de alavesas y alaveses se hayan acercado hasta el santuario homónimo para poner el broche final a las fiestas de Álava.
Todo tipo de alimentos, literatura, textil e incluso paraguas han estado a la venta en toda la feria que ha ocupado todos los aledaños del Santuario. La lluvia ha dado tregua prácticamente toda la mañana, cosa que ha permitido que muchos de los puestos hayan estado trabajando a destajo. Simultáneamente, han tenido lugar varios actos religiosos y Herri Kirolak.
Historia del santuario
El Santuario de Nuestra Señora de Estíbaliz es un célebre santuario situado en Argandoña, perteneciente al Ayuntamiento de Vitoria y está considerado como un ‘Bien de Interés Cultural’. Fue declarado Monumento histórico-artístico perteneciente al Tesoro Artístico Nacional mediante decreto de 3 de junio de 1931
Data este santuario del siglo XI y es una verdadera joya del arte románico. En 1138 fue cedido a los monjes bernardos de Nájera que lo conservaron hasta el 1431 y lo vendieron a don Fernán Pérez de Ayala, hijo del famoso canciller del rey Enrique de Castilla, don Pedro López de Ayala.
En 1542, don Atanasio de Ayala, descendiente y heredero de aquél donó el monasterio de Estíbaliz al hospital de Santiago de la ciudad de Vitoria que lo cedió a la provincia de Álava previa condición de proceder a la restauración de tan preciada basílica.
Aunque destruido en parte por la acción del tiempo y de los hombres en las continuas guerras civiles que tanto han echado a perder su parte decorativa, lo que de este templo aún existe demuestra su valor arqueológico. Su sencilla planta coronada por tres ábsides, sus columnas embellecidas por curiosos capiteles historiados, la pila bautismal y su frontal de piedra del altar del Cristo ostentan detalles que a juicio de algunos hacen remontar su construcción a la época visigoda.