
Las consecuencias de la crisis sanitaria generada por el coronavirus obligan al Ayuntamiento a modificar sus previsiones económicas. El concejal de Hacienda, Iñaki Gurtubai, ha informado del empeoramiento del grave diagnóstico que ya se venía trazando en semanas anteriores. La estimación de caída de ingresos asciende hasta los 60 millones de euros.
Esta cantidad se desglosa en 15 millones de ingresos propios y el resto, 45 millones, se corresponde con el descenso en la financiación que proviene del FOFEL. Si a comienzos de año el Ayuntamiento contaba con una aportación de 177 millones de euros por parte de la Diputación Foral de Álava, esta cantidad se sitúa actualmente en los 132 millones.
Partiendo de la premisa, el gabinete Urtaran centrará su plan económico en tres ejes: contención del gasto, flexibilidad en la amortización de deuda y búsqueda de ingresos atípicos.
“Es una situación reflejo de la realidad. Vamos a tener una bajada de recaudación porque la sociedad va a sufrir en esa misma medida. Nos esperan unos meses complicados y frente a este escenario tenemos que prever alternativas de gasto”, añade el concejal de Hacienda.
En lo tocante a la contención del gasto, Gurtubai ha aportado detalles sobre la retención de partidas presupuestarias por valor de 38,47 millones de euros activada esta semana. No es una supresión de partidas presupuestarias, sino la reserva de una parte o la totalidad de su cuantía por un criterio de prudencia en la gestión.
Un primer bloque de esta retención, por valor de 24,8 millones de euros es el que afecta a partidas presupuestarias con crédito disponible. Otro bloque, de 3,59 millones de euros, afecta a contratos de actividades y servicios que, ante la situación generada por el coronavirus, no se han podido prestar y por lo tanto habrá que resolver o modificar. Por último, otros 10 millones se corresponden con el capítulo 1 del Presupuesto, referente a los gastos de personal. En este último caso no se pretende que la medida afecte a las retribuciones básicas de la plantilla.
El segundo eje del plan económico activado por el equipo de gobierno es el relativo a la flexibilidad en la amortización de deuda. En este sentido, se ha iniciado la negociación con las entidades financieras para un posible retraso en los pagos por amortización de créditos. Paralelamente, si llegara a decretarse una ampliación de la capacidad de endeudamiento de la Diputación Foral de Álava, esta medida podría repercutir en una menor caída de su aportación al Ayuntamiento vía FOFEL.
Por último, el tercer eje del plan para afrontar las graves perspectivas económicas será el de la búsqueda ingresos atípicos. Concretamente, se están explorando las opciones de acelerar operaciones de venta de patrimonio municipal con las que compensar la caída de ingresos por otros conceptos.
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