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En 2019, se han destruido 800 armas en Álava

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La Guardia Civil destruyó durante el pasado año un total de 4.334 armas en Euskadi. Según han detallado a este medio desde el cuerpo armado, la mayoría de las armas que se han destruido en nuestra comunidad son de procedencia «legal» (cazadores, personas con permiso para tenerlas que han renunciado a su potestad, entre otras causas).

Otras sin embargo («un gran porcentaje») han sido incautadas en redadas o en situaciones ilegales como cuando sus propietarios carecen de licencia para tener un arma de fuego. 

A nivel del Estado, se han destruido 86.566 armas, de las cuales más de 62.000 eran de fuego.

Reducidas a chatarra

Igualmente, la Guardia Civil lleva a cabo de manera regular la destrucción de armas de fuego de diversos calibres, así como armas blancas prohibidas.

Algunas de ellas están implicadas en hechos ilícitos, penales o administrativos por lo que, tras el correspondiente procedimiento, se determina su destrucción; Otras son armas que se destruyen por que su propietario no ha renovado o a ha dejado de tener derecho a la tenencia y uso de armas.

En ese caso, si no resultan adjudicadas en subastas, tienen el mismo fin: la fundición. Tras ser «desactivadas» para que no puedan percutir o dispararse agentes de la Guardia Civil trasladan las armas en contenedores precitados hasta una fundición de metal donde son volcadas dentro de las cubetas de fundicion.

Datos por Territorios Históricos

Los datos ofrecidos de Gipuzkoa y Bizkaia pertenecen a las destruidas durante el año. En el caso de Araba, las armas fueron desbaratadas a principio del 2020.

Control del acceso legal a las armas

Actualmente, la competencia en materia de armas y explosivos que el Estado tiene, se materializa por medio de las Intervenciones de Armas y Explosivos de la Guardia Civil.

Estas Unidades, controlan el acceso legal a las armas, para lo cual el Reglamento vigente establece unos requisitos, entre los que se encuentran la carencia de antecedentes penales así como la superación de pruebas teóricas y prácticas sobre el uso y manejo.

Así mismo, para evitar que un arma pueda ser utilizada indebidamente cuando el titular deje de tener derecho a su tenencia y uso, la normativa establece que sean inutilizadas o destruidas.

La inutilización de un arma, a partir del año 2011, está regulada por una normativa muy severa, de tal modo que es sometida a un proceso que afecta a todas las piezas fundamentales de ésta, siendo imposible volver a usarla con plena capacidad de funcionamiento.

Igualmente, la Guardia Civil, periódicamente, lleva a cabo la destrucción de armas de fuego de diversos calibres, así como armas blancas prohibidas. Algunas de ellas están implicadas en ilícitos, penales o administrativos y tras el correspondiente procedimiento se determinan su destrucción; y otras, que por cesar sus titulares en el derecho a la tenencia y uso y no haber sido adjudicadas en subastas, tienen el mismo fin. Ello permite que las armas sean reducidas a chatarra mediante un proceso de fundición o similar.

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