
La nueva estación depuradora de aguas residuales de Agurain entrará en funcionamiento a finales de 2021 y dará solución a uno de los vertidos más problemáticos de la CAE de los últimos años, evitando al Zadorra el vertido con mayor carga contaminante de la Llanada.
La construcción de la nueva depuradora de aguas residuales urbanas cuenta con un presupuesto de 6.350.000 euros y su ejecución está prevista para agosto de este año. Una vez concluida, URA velará por su puesta a punto y correcta entrada en funcionamiento durante 6 meses. Finalmente, durante el primer cuatrimestre del 2022, la instalación será cedida al Ayuntamiento de Agurain, de cara a su futura integración en el consorcio creado en Álava para una gestión profesional del agua.
Las instalaciones de la nueva depuradora acabarán con uno de los puntos de vertido más problemáticos de Euskadi dado el deficiente funcionamiento de la anterior estación y los frecuentes episodios de contaminación que produjo dicha situación.
La nueva depuradora dispone de un tanque de tormentas que, en momentos de precipitaciones intensas, permitirá retener los grandes caudales del agua de lluvia que se mezclan con las aguas residuales, impidiendo así su vertido sin depurar al cauce del río.
Esta instalación supone una garantía adicional para un entorno especialmente sensible como es el curso superior del Zadorra, que desagua en el embalse de Ullibarri, principal fuente de abastecimiento de la Comunidad Autónoma. Además, incorporará un tratamiento reforzado de tres fases — pretratamiento, secundario y terciario—, de modo que las aguas tratadas sean devueltas al cauce del río con la mejor calidad posible.
El proyecto de la EDAR ha sido dimensionado para que la instalación pueda tratar las aguas residuales de una población equivalente a 33.825 personas, de forma que, además de cubrir las necesidades actuales de la localidad y de su zona industrial, sea capaz de absorber el tratamiento de futuros desarrollos urbanísticos e industriales o la hipotética incorporación de las aguas residuales de otros núcleos urbanos.
Asimismo, la nueva depuradora ha sido diseñada teniendo en cuenta la variabilidad natural de la estacionalidad de los caudales en la cuenca, sin que en ningún caso repercuta negativamente en los rendimientos de los procesos de depuración.
Hasta que entre en funcionamiento la nueva depuradora, el Ayuntamiento será el encargado de asegurar el cumplimiento de las condiciones de vertido fijadas en la vigente autorización.