Algunos lo han bautizado como ‘el cruce más raro’ del mundo y ha inspirado todo tipo de bromas y memes en las redes sociales, donde se ha hecho viral hasta el punto de protagonizar los informativos de Telecinco y Antena 3 y hasta programas de humor como ‘Zapeando’ de La Sexta TV. El extraño cruce no deja indiferente a nadie.
Es tal el caos y el hazmerreír que ya ha llamado la atención de medios nacionales e internacionales. Aparte de los ya mencionados están a 20minutos, La Vanguardia, ABC, Diario Vasco, Canarias7, Hoy, Diario Público, Heraldo de Aragón, León Noticias, El Norte de Castilla, La Rioja, Dailymotion, Diario Sur, El Comercio, Burgos Conecta, hasta la prensa deportiva como el Marca e incluso dando el salto al otro lado del “charco”, como es el diario Clarín de Argentina que también se hizo eco de la imagen y de las mofas surgidas.
Con dos responsables del bochorno que hacemos en todo el Estado, de norte a sur, de este a oeste: Gorka Urtaran, alcalde, y Raimundo Ruiz de Escudero, concejal de Movilidad.
«Jeroglífico», «laberinto», «ininteligible», «indescifrable» o «despropósito». Así califican los vecinos de un barrio de Vitoria-Gasteiz el cruce imposible de entender que el ayuntamiento de la capital vasca está instalando en la calle Pedro Asua con Beato.
Medianas, pasos de peatones minimalistas, un carril bus de doble sentido, flechas en la calzada, nuevas señales viales tipo ‘chevron’ o en zig-zag, marcas de ceda el paso por doquier… Eso es lo que se han encontrado los conductores y peatones de este barrio de Vitoria donde no salen de su asombro, la ciudadanía se siente incapaz de descifrar el maremágnum de señales, semáforos y pintadas
En Twitter también abundan las bromas y mofas sobre el cruce: «Conducir por Vitoria ahora mismo es como una sala de escape. Por no hacer una rotonda han hecho un ‘bodrio”. Bien hecho, que están de moda». «Los tatuajes del novio de tu amiga la del pueblo que se fue a vivir al norte». «Alguno de fuera de Vitoria cuando vea lo de Tuvisa se va a pensar que es una entrada a peaje». «Hostia, pues sí que tiene que ser jodido el euskera porque yo no me entero». «Aún les queda poner un carril bici».
Y ahora van y ponen, una señal de zona residencial (S-28) en mitad del cruce, bueno una no, dos señales. En las calles donde están situadas este tipo de señales, se aplican normas especiales de circulación, puesto que es una señal vertical cuadrada con fondo azul y varios iconos de color blanco que indica las zonas de circulación especialmente acondicionadas que están destinadas en primer lugar a los peatones y, en las que se aplican las siguientes normas especiales de circulación, pero aquí la prioridad la tendrá el BEI.
En alguna red social ya he llegado a leer que no venga nadie con su vehículo particular si no tiene todos los puntos del carnet de conducir, porque tal y como está la señalización, puede perder los pocos que le queden y que el que los tenga todos que prepare el bolsillo para hacer el curso para recuperarlos.
Ya se ha producido el pasado mes de agosto en este nuevo escenario esperpéntico, un suceso significativo, el primer accidente, después de que esa semana se produjeran cambios de circulación en la zona y ha sido en Pedro Asúa con Adriano VI.
Parece mentira como una ciudad que era admirada por todos, tanto en las distintas Autonomías como por los muchos visitantes extranjeros que nos visitaban, se la pueda cargar un Alcalde «desforestador» de la cantidad de árboles que ha talado en el último año y solo tenemos que recordar los logros obtenidos por Vitoria en el ámbito medioambiental, como la obtención de la Capitalidad Verde Europea en 2012 o la consideración de Ciudad Verde Global en 2019
Lo del BEI es un auténtico despropósito. Después de gastar 76 millones € y con 33 millones € de sobrecostes, después de talar 560 árboles, eliminar 1.000 aparcamientos y destrozarnos la ciudad. La gestión es absolutamente nefasta, no puede ser peor. Vitoria merece más rigor y una mejor gestión del Ayuntamiento
Ha recordado que el Alcalde aseguró que «solo era un cambio de una línea de autobús por otra» y así, entre otras cosas, «evitó hacer un estudio de impacto ambiental en la ciudad». Ahora, con esta advertencia del Secretario General queda demostrado los errores de gestión y que «no era una simple modificación de línea, sino algo con mucha más complejidad, mayor gasto e impacto».
Lo que está claro, «clarísimo» es que con el dinero invertido en el Bei había para cambiar la flota, cada unidad cuesta alrededor de 600.000 € o por lo menos es lo que han pagado en otras ciudades donde disponen de autobuses 100% eléctricos como Madrid y así se dispondría de unos autobuses modernos, nuevos y no contaminantes.
El Ayuntamiento tenía que estar decidido a continuar la apuesta por la electrificación por un transporte público de cero emisiones, un objetivo que debería de estar conseguido en el próximo decenio. El compromiso de los acuerdos de París para la reducción de emisiones de efecto invernadero es muy serio, y el transporte público va en cabeza en ese camino. Los retos son múltiples: organizativos, tecnológicos, financieros… Que se deberían de resolverlos todos para alcanzar las metas propuestas.
Fotografía portada: redes sociales