El quebrantahuesos recogido la semana pasada en el concejo de Narbaiza por guardería del Departamento de Medio Ambiente y Urbanismo de la Diputación Foral y un miembro de Hontza, ha muerto el fin de semana en el centro de recuperación de fauna Mártioda, a donde fue trasladado tras ser rescatado el pasado día 8.
A pesar de los esfuerzos de los servicios veterinarios, Flumen, que así se llamaba el quebrantahuesos de 7 años, moría en Mártioda por causas aún por determinar y que se podrán conocer mejor tras realizarse la correspondiente necropsia por parte del centro especializado Neiker.
Flumen, que había sido anillado y radiomarcado en el 2020 por el gobierno aragonés, sufrió un accidente el día 7, en el concejo de Narbaiza, lo cual se conoció al anochecer cuando el Gobierno de Aragón llamó para informar de que la señal diaria recibida del emisor indicaba que el animal podía estar muerto, en dificultades o que incluso había perdido el emisor. Con las primeras luces se consiguió localizar al quebrantahuesos enganchado en un avellano y fue trasladado a Martioda, donde ha muerto cinco días después.
El quebrantahuesos es una especie de ave carroñera que puede alcanzar 2,80 metros de envergadura y 7 kilogramos de peso. Es muy difícil de ver en Álava, aunque en los últimos tiempos se han realizado varios avistamientos en el este alavés y, sobre todo, en la montaña alavesa en la montaña alavesa.