Ser bueno es fácil; lo difícil es ser justo.

El conductor/a de autobús siempre intenta conducir el vehículo de manera económica, responsable y segura, respetando los horarios e itinerarios establecidos y la normativa vigente en cuanto al Reglamento de Trafico, con el objeto de garantizar la seguridad de los pasajeros/as y la realización eficiente del servicio.

Además otra de sus funciones es vigilar la entrada y salida de los usuarios/as y realizar, en su caso, las operaciones complementarias de venta de billetes. Todo ello siguiendo los procedimientos establecidos y cumpliendo la normativa vigente en el Reglamento para la prestación del servicio del transporte urbano colectivo de viajeras y viajeros de la ciudad de Vitoria-Gasteiz.

Actuar en caso de incidentes, accidentes o siniestros conforme a la normativa de seguridad y a los procedimientos de actuación establecidos, al objeto de evitar los factores de riesgo y aplicar, en su caso, las medidas de primeros auxilios.

Atender e informar adecuadamente a los pasajeros mediante la aplicación de las técnicas de atención/comunicación oportunas y la utilización de los medios disponibles, con el fin de contribuir a su confort y satisfacción y al adecuado funcionamiento del servicio, recordando que no siempre Tuvisa proporciona la información que solicitan los ciudadanos.

Naturalmente es muy frecuente que aquellas personas que trabajan de cara al público sean los paganos de todo, da igual el trabajo que realicen, siempre vendrá alguien al que no le guste lo que ha hecho o dicho, aunque no haya dicho ni hecho nada.

Ahora con la pandemia y con los dirigentes políticos que tenemos y que no hacen su trabajo, lo único que hacen es que sean otros los que cumplan lo que a ellos se les ocurra.

En estas pasadas navidades ya teníamos al Sr. Urkullu pidiéndonos que cumpliéramos ciertas medidas, como por ejemplo no juntarse más de 10 personas y de 2 unidades familiares, mientras permitía conciertos como los de la Polla Récords en el Buesa Arena, conciertos que han traído unas fotos donde se veían a prácticamente a todos los asistentes si mascarilla y a grito “pelado” y que pasa con los autobuses llenos hasta la bandera, y diréis que todos con mascarilla, si es cierto, pero que recomiendan el lavado de manos, acaso se limpian los autobuses cada vez que se quedan vacíos, pues no ni asientos si asideros donde se agarran los viajeros/as, ni nada por el estilo, eso sí es mejor exigirlo a bares y restaurantes que desinfecten, pero que ellos no cumplen.

Aquí en Gasteiz como en todas las ciudades existe un reglamento del viajero y que prácticamente nadie conoce, a esto hay que añadirle la infinidad de “órdenes del servicio” que la empresa manda a los conductores y conductoras pero no informa a la ciudadanía, lo que supone muchas veces enfrentamiento pos los pasajeros/as, puedo poner varios ejemplos:

  • Mascotas, solo pequeñas y en su correspondiente trasportín.
  • Si todas las plazas para personas de movilidad reducida están ocupadas por sillas de niños, hay que hacer bajarse a la última que se haya subido.
  • El no aceptar el pago de los billetes con papel moneda, que se sepa que los cambios no los proporciona la empresa si no que es e conductor/a el que los tiene que poner, pero si se los roban la empresa solo le cubre 30 €, a parte de la falta de algún tipo de dispositivo para detectar si alguno es falso.
  • El viajero debe de esperar al autobús y no el autobús al viajero, aunque solo sea por respeto al que estaba a su hora y que por esos segundos puede no poder realizar el transbordo que necesitaba, una vez cerrada la puerta si el conductor/a la vuelve a abrir corren el riesgo de recibir una sanción.
  • A tener en cuenta que la rampa solo se puede sacar (y no es manía del conductor) para que accedan las personas en sillas de ruedas o personas con andadores y no para las sillas de niño, que por cierto siempre tienen que ocupadas o si no plegadas.
  • El tema de los patinetes es otro que genera muchos conflictos, y debe de quedar claro que solo se puede subir con un patinete que se pueda plegar.
  • Pedimos un servicio rápido y ágil, pero no cumplimos lo que dice su reglamento, acercase a la puerta por la que pretenda salir y tocar el timbre.
  • Otra cosa que muchas veces se incumple es el tema de levantar la mano cuando se acerca el autobús y no cuando ya ha pasado para luego quejarse de que no ha parado.

Y podía seguir y no acabar, y lo que está claro es que ya sabemos cómo va esto cuando a una persona le comentas algo que no está haciendo correctamente, ya está, que es un mal educado, que me ha chillado, que vaya desagradable con cara “avinagrada”.

Creo que a nadie que esta de cara al público le gusta que le increpen, por tanto, piensa que lo mismo te podía pasar a ti y recuerda que el pagar por algo no te da derecho a maltratar al trabajador/a, alguien también paga por el trabajo que tú realizas, por tanto, trata como te gustaría que te trataran.

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