La asociación ‘Defensor del Paciente’ registró en Euskadi 410 quejas por presuntas negligencias médicas en el año 2021. Esto supone un aumento del 22% con respecto al 2020 tanto en la sanidad pública como privada. Según su memoria, 30 acabaron con la muerte de los pacientes.
Según los datos, con respecto a 2020, los asuntos han aumentado en un total de 93, lo que supone una subida de un 22%. Aunque se ha producido dicho incremento, si se hace una media de los casos recibidos en la última década, sin contabilizar el año pasado en el que por el Covid-19 la actividad quirúrgica descendió notablemente, se puede observar que en Euskadi se suelen producir alrededor de 495 casos por año, por lo tanto, estaríamos hablando de unos 85 casos menos de lo de costumbre.
En cuanto a lista de espera en la sanidad vasca, la quirúrgica arroja los mejores datos de todo el Sistema Nacional de Salud con 19.327 pacientes aguardando algún tipo de cirugía con una tardanza que rondan los 62 días.
El Servicio de traumatología es el que acumula un mayor retraso, seguido de urología y otorrinolaringología.
Aun así, desde la asociación se preguntan el motivo por el que Euskadi, «teniendo una de las estructuras sanitarias públicas mejor financiadas», sus resultados ante el Covid-19 se encuentran «lejos de lo que cabría esperar».
Por Territorios Históricos, en Bizkaia se registraron 246 negligencias, en Gipuzkoa 125 y en Araba 39.
Los hospitales más denunciados fueron:
- Hospital Universitario de Cruces
- Hospital Universitario Donostia
- Hospital Galdakao-Usansolo
- Hospital de Basurto
- Hospital Universitario de Araba
Las especialidades y servicios más denunciados
- Cirugía general
- Urgencias
- Traumatología
- Ginecología y obstetricia
- Lista de espera
En la memoria de la asociación ‘Defensor del Paciente’ también señalan que la respuesta de las negligencias podría «hallarse en la inoperancia del Consejo Asesor del LABI, un órgano eminentemente político y no técnico o técnico-sanitario, que ha sido un mero transmisor de decisiones tomadas en instancias superiores y lastradas por el miedo a asumir las consecuencias políticas derivadas de las medidas que necesariamente habían de adoptarse para luchar contra una pandemia».
También hacen referencia que la nueva ola tiene «muy tensionada la Atención Primaria y las UCIs» justo después de haber finalizado el contrato de 4.000 personas eventuales que habían sido contratadas durante la pandemia para atender la vacunación, los rastreos, los tests diagnósticos y «las demás funciones habituales de la Atención Primaria»
Muy buen artículo, en cuanto a la lista de espera yo para una operación de traumatología llevo esperando desde el 8 de julio y todavía me dicen desde atención al paciente, que 7 meses es poco que tengo que esperar más