
Vuelve a la palestra uno de los quebraderos de cabeza más importantes en el Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz, la contrata de limpieza. El comité de empresa ha denunciado que han pasado seis meses desde que la nueva adjudicataria iniciará el nuevo servicio de limpieza y recogida, pero que siguen «sin contar con los medios materiales y personales» para ejecutar su trabajo.
Los sindicatos señalan que «las promesas que desde el consistorio y la gerencia de la UTE formada por CESPA – ONAINDIA se hicieron a la ciudadanía y al personal han sido sistemáticamente incumplidas». Denuncian que trabajan «con equipos que no son los adecuados, ni los contratados por el Ayuntamiento, para ello». Ponen como ejemplo que «la falta de barredoras operativas obliga a que la limpieza de las calles se tenga que hacer manualmente, lo que implica que no se puedan realizar los recorridos completos, y que lo que se hace no cuente con la calidad que, se presupone, debería contar».
También, dicen que no entienden como «el presupuesto asignado al servicio haya aumentado (…) sino que se deja de hacer la recogida de enseres y la limpieza de sumideros, y en cambio, el servicio que ofrecemos a la ciudadanía se reduzca de un modo tan evidente».
«Sobran» trabajadores
Desde el comité recuerdan que cuando entró la nueva contrata se aseguró que la plantilla «aumentaría«. Pero en cambio, dicen, que «la UTE asegura que sobran 20 trabajadores, aunque tiene en mente hacer más de un centenar de nuevos contratos indefinidos, pero al 25% les iría aumentando y reduciendo sus jornadas dependiendo de las necesidades de cada momento».
Precariedad
Han declarado que «es indignante que, precisamente, cuando el Gobierno acaba de dar luz verde a una ley de trabajo que busca la dignificación y la mejora de las condiciones de los trabajadores, en un servicio dependiente del Ayuntamiento, se plantee la creación de puestos de trabajo tan precarios, que prácticamente esclavizan a los trabajadores, a quienes obligaría a estar permanentemente a disposición de la empresa, a cambio de un salario ínfimo y miserable, en muchos casos no quedando más alternativa que buscar el pluriempleo como forma de sustento».
«Los trabajadores, pero también la ciudadanía, que es la que, con sus impuestos paga este servicio, debemos exigir tanto al ayuntamiento como a la empresa adjudicataria que cumplan sus promesas y que la limpieza y la recogida de residuos se realice conforme a lo que se publicitó en todos los medios de comunicación, y que esta sea realizada bajo unas condiciones laborales dignas y conforme a las condiciones que marca el Convenio Colectivo del que, tanto el Ayuntamiento como la empresa eran conocedores al estar incluido en el pliego de condiciones aprobado».