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Hospital de Santiago, no hay quien duerma

Ciudad verde pero ruidosa

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Hospital de Santiago de Vitoria-Gasteiz (Osakidetza) | Foto: Gasteiz Berri
Hospital de Santiago de Vitoria-Gasteiz (Osakidetza) | Foto: Gasteiz Berri

Es increíble lo que sucede algunos días alrededor del Hospital de Santiago, el ruido se convierte en ensordecedor y pongo unos ejemplos:

  • Día 26 de mayo, manifestación, que quede claro que tienen todo el derecho de manifestarse, pero que lancen petardos y cohetes al pasar por la calle Paz, altura del Hospital.
  • Sábado 28, como tengo ingresado a un familiar de edad avanzada cuya ventana da a la calle Paz, en un momento dado entre las 12 y las 13 horas, tuve que cerrar la ventana (con lo cual no se puede ventilar siguiendo las recomendaciones por el Covid) pues no sé lo que pasaría, pero el ruido producido por 2 o 3 patrullas de Policía Local, algún vehículo de Bomberos y un par de ambulancias, se convirtió en un ruido insoportable y mi pregunta es ¿no hay manera de disminuir las señales acústicas?.
  • Día 2 de junio, 9:25, un grupo de chavales de unos 10-12 años gritando y haciendo pitar a los coches que pasaban en el cruce de Santiago/Paz.

El Reglamento General de Circulación establece la prohibición de emplear señales acústicas de sonido estridente y sin causa justificada. Tampoco permite hacerlo de forma exagerada y se prohíbe su uso de forma implícita cuando está expresamente señalizado con una señal R-319 (una franja roja de prohibición sobre el dibujo de una bocina sobre un círculo blanco bordeado de color rojo). Esta señal vertical se encuentra por norma general en zonas cercanas a hospitales o residencias de enfermos con el objetivo de reducir la contaminación acústica de la zona y contribuir al bienestar de las personas ingresadas.

El Reglamento de Conductores (RGC) también establece que los vehículos prioritarios siempre “tendrán prioridad de paso sobre los demás vehículos y otros usuarios de la vía cuando se hallen en servicio de urgencia”, es decir, cuando lleven encendidas las señales luminosas (amarillas o azules) y las acústicas, o solo las luminosas.

Por tanto, en mi opinión esto se podía solucionar llevando solo las luminosas y en un momento dado poner las acústicas durante unos pequeños segundos y no durante toda las calles Paz, Olaguibel Los Herrán o Santiago, porque recordemos que es donde están muchas personas enfermas, que bastante tienen con su enfermedad como para encima que los vehículos prioritarios les den dolor de cabeza, los conductores de los vehículos prioritarios deberán utilizar la señal luminosa aisladamente cuando la omisión de las señales acústicas especiales no entrañe peligro alguno para los demás usuarios.

RD 1367/2007, de 19 de octubre, consolidado en julio de 2012, manteniendo el artículo siguiente:

Artículo 19. Emisión de ruido de los vehículos de motor destinados a servicios de urgencias.

  1. Los vehículos de motor destinados a servicios de urgencias deberán disponer de un mecanismo de regulación de la intensidad sonora de los dispositivos acústicos que la reduzca a unos niveles comprendidos entre 70 y 90 dB(A), medidos a tres metros de distancia y en la dirección de máxima emisión, durante el período nocturno, cuando circulen por zonas habitadas.
  1. Los vehículos destinados a servicio de urgencias disponen de un año, a partir de la entrada en vigor de este real decreto, para instalar el mecanismo a que se refiere el apartado anterior.

O es cosa mía o a mí me parece que suenan igual que antes.

Creo que alguien debería de buscar una solución, por ejemplo Osakidetza, actualizando las habitaciones y creando una insonorización adecuada para evitar las molestias a las personas ingresadas, que suerte nos han cambiado de habitación, aunque da para otro ruido el sonido de las ambulancias sigue sonando estridente.

El ruido en los hospitales no sólo es molesto, sino que entorpece la recuperación de los pacientes, aumenta los niveles de estrés de sus trabajadores e incrementa el riesgo de enfermedades cardiovasculares e hipertensión, reduce la respuesta inmunitaria y aumenta el dolor, según han mostrado diversos estudios sobre el tema.

Coincidiendo con el Día Mundial contra el Ruido del año 2016, se trató las medidas y experiencias que puedan servir para ‘bajar el volumen’ de los hospitales españoles. Los pacientes crónicos y ancianos (que son la mayoría en Santiago), son los más vulnerables a esta contaminación acústica hospitalaria. «Las encuestas de satisfacción hospitalaria siempre destacan el ruido como algo negativo, pero es que además se ha demostrado que este problema también repercute en un aumento del gasto sanitario, porque es necesario administrar más medicación para dormir«.

*/GasteizBerri.com no se hace responsable de las opiniones vertidas por sus colaboradores.

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