¿Promesas vacías? Carlos, gasteiztarra residente en el Casco Viejo de Vitoria-Gasteiz se pregunta cuándo podrá disfrutar de una conexión a internet superior al ADSL, en 2023. Mientras el Ayuntamiento y los aspirantes a gobernar la ciudad prometen jardines y plantas, muchos residentes del barrio histórico siguen sin acceso a la fibra óptica y se sienten marginados. A pesar de las repetidas reclamaciones, el Ayuntamiento y las compañías de teléfono parecen estar pasándose el tema por el arco del triunfo.
La Diputación anuncia iniciativas para conectar digitalmente a los ciudadanos, pero muchos vecinos del Casco Viejo se preguntan si es que ellos son ciudadanos de segunda o simplemente es fácil dejar sus reclamaciones en la bandeja de… ignorados.
Fibra para el Casco Viejo de Gasteiz, por Carlos Lope
Con las elecciones a la vista, las promesas de los aspirantes y del gobierno municipal se multiplican. En el caso del Casco Viejo, se habla de jardines, plantas, inauguraciones y más. Pero, ¿Qué hay de la posibilidad de tener fibra para todos los residentes del Casco Viejo? Vivo en la calle Herrería 13, justo enfrente del edificio/palacio de la Izaskun Arrue kulturgunea (Euskararen etxea). Ha sido impresionante el despliegue tecnológico que se ha hecho para equipar este palacio con todo lo último en tecnología. Obras de duración interminable y aperturas repetidas de zanjas. Seguro que la fibra disponible en dicho edificio será envidiable.
¿Qué nos queda? ¿Conseguir la clave wifi de Euskararen Etxea?
Carlos Lope
Sin embargo, la fibra no está disponible en el portal de enfrente ni en otros tantos de Herrería, Diputación, Escuelas, etc. Sin servicio ADSL (desfasado) y sin acceso a la fibra, se vende que Vitoria está perfectamente conectada al mundo digital, ofreciendo posibilidades a toda la ciudadanía, pero no es cierto. Llevamos años pidiendo algo tan básico como la fibra, pero los responsables solo se saben pasar la pelota. Del Ayuntamiento a las compañías de teléfono, y viceversa. No podemos acceder a los servicios telemáticos que ofrecen las instituciones, teletrabajar, estudiar en condiciones o simplemente acceder a las plataformas de televisión.
Leemos en prensa la iniciativa de la Diputación para poner en marcha «Etxean bai». Pero, ¿qué pasa con el Casco Viejo, donde hay muchas personas solas y/o dependientes sin acceso a la fibra digital? ¿Somos ciudadanía de segunda o simplemente los parias ignorados?
¿Qué nos queda? ¿Conseguir la clave wifi de Euskararen Etxea, renunciar a nuestros derechos digitales o conformarnos con lo que tenemos?
Carlos, vecino (pero menos)
El texto fue editado por el jefe de redacción por motivos de simplificación lingüística.
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