El Valor Añadido Bruto (VAB) generado por la economía sumergida en la Comunidad Autónoma del País Vasco, también conocida como Euskadi, se ha valorado en 6.214 millones de euros en 2020, lo que representa el 8,7% del Producto Interior Bruto (PIB) de la región en ese mismo año. Así lo han estimado los datos de la operación estadística denominada «Medición de la economía no observada», elaborada por el Instituto Vasco de Estadística (Eustat) por primera vez en la historia.
Las actividades sumergidas se definen como aquellas actividades productivas legales que se ocultan intencionalmente, en parte o en su totalidad, a las autoridades públicas para evitar el pago de impuestos o cotizaciones a la seguridad social. El objetivo de la medición realizada por Eustat es proporcionar una visión más completa de la economía vasca, incluyendo aquellos sectores y actividades que no están incluidos en las cuentas nacionales oficiales.
La construcción es el sector en el que se estima un mayor volumen de economía sumergida en Euskadi, suponiendo el 23,9% de su actividad en 2020. Le sigue el sector que agrupa el comercio, la hostelería y el transporte, generando el 17,1% de su riqueza de forma oculta. En las actividades inmobiliarias, la economía sumergida aportó el 14,7% del total del VAB generado; en otras actividades de servicios, el 14,1% del sector, y en las actividades profesionales, el 10,1%.
En el resto de los sectores, las actividades sumergidas tienen una aportación mucho más moderada. En el sector de información y comunicaciones, representaron el 5,7% del VAB, mientras que en el sector de industria y energía fue del 4,9% y en el sector primario, del 2,6%. En la parte de mercado de los sectores de educación, sanidad y servicios sociales, la economía sumergida representó un 2,2%.
Si se considera el valor total de la economía sumergida, el sector servicios es el que mayor aportación realiza, con el 74,1%. Dentro de este sector, destaca el «comercio, hostelería y transporte» con un 32,9%, seguido de las «actividades inmobiliarias» con un 19,4%. Las «actividades profesionales» representan el 9,9% y «otras actividades de servicios» representan el 5,3%. El sector privado de educación, sanidad y servicios sociales representa el 4,3%.
Por otro lado, los sectores de servicios que menor peso tuvieron en la estimación de esta parte de la economía no observada fueron el de «información y comunicaciones» con un 1,9% y las «actividades financieras y seguros» con un 0,4%. En 2020, la construcción supuso el 13,9% del total de la economía sumergida y la industria y energía, el 11,8%. Por debajo del 1% se encuentra el sector primario, con un 0,2%.