Historias como la que hoy os traigo, esta vez en Historias de Vitoria en formato breve, siempre me hacen reflexionar: ¿qué pensarán de nuestra tecnología dentro de un siglo? Actualmente, aunque con menor frecuencia que antes, seguimos disfrutando de ir al cine. Nos gusta experimentar películas en pantallas gigantes y con el mejor sonido. Pero, recordemos cómo era antes. Las películas de hoy son a color, pero inicialmente eran en blanco y negro, e incluso antes, mudas, sin sonido.
En aquel entonces, esto no parecía un problema, ya que existía un sistema que compensaba estas limitaciones. La solución eran los ‘explicadores’, personas especializadas en narrar en vivo lo que sucedía en pantalla, encargándose a veces de los efectos sonoros y de la música.
Aunque hoy nos parezca insólito, estos explicadores eran estrellas locales en su época. En Vitoria, destacaron Leopoldo López y Emilio Gómez, pero Gregorio Valero fue aún más famoso. Su renombre era tal que las empresas cinematográficas vitorianas competían por él.
Un ejemplo de su fama es que en 1906, el periódico La Libertad informó que la empresa Cinematógrafo Polak había logrado fichar a Gregorio, quien hasta entonces trabajaba exclusivamente para Cinematógrafo de Jimeno. Me pregunto si su contrato incluiría alguna cláusula de rescisión.
INFORMACIÓN DEL AUTOR
ISMAEL GARCÍA
Doctor en Arqueología. Colaborador de GasteizBerri desde 2021 en temas relacionados con la historia. También le puedes seguir en www.historiadevitoria.com
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