
En la década de los noventa, Vitoria-Gasteiz se encontraba a punto de pasar a la historia por crear un ambicioso proyecto, Biópolis. Con una inversión inicial de 23.700 millones de pesetas (142.421,34 euros), este proyecto prometía no solo un gran parque de atracciones, sino también una área educativa y una zona residencial destinada a financiar el parque. Aprobado inicialmente en 1998 durante la alcaldía de José Ángel Cuerda (PNV) y continuado por Alfonso Alonso (PP), Biópolis aspiraba a redefinir el paisaje urbano y económico de la ciudad. Sin embargo, el proyecto enfrentó numerosos desafíos que finalmente llevaron a su cancelación.
A continuación, repasamos la historia de Biópolis, sus promesas, y las razones de su fracaso.
En 1998, bajo la administración del entonces alcalde José Ángel Cuerda del Partido Nacionalista Vasco (PNV), se aprobó el ambicioso proyecto Biópolis. Con una inversión inicial estimada en 23.700 millones de pesetas, Biópolis prometía ser un innovador parque de atracciones, acompañado de un área educativa y una zona residencial que financiaría el parque.
Tras la salida de Cuerda, Alfonso Alonso, del Partido Popular (PP) tomó las riendas del ayuntamiento y continuó con el proyecto. Se propuso la utilización de una parte del vasto acuartelamiento de Araca, inicialmente considerando 130 hectáreas para el parque temático. Se realizaron gestiones con importantes bancos como BBVA y BSCH, así como con consultoras, para obtener el apoyo financiero necesario y llevar a cabo estudios adicionales de viabilidad.

«Hay operadores que nos han dicho que el País Vasco es igual que Irlanda del Norte»
El primer informe de viabilidad, presentado el 26 de mayo de 1999, mostraba un panorama positivo para Biópolis. Sin embargo, estudios posteriores comenzaron a pintar un cuadro más pesimista. Entre las razones principales señaladas para el fracaso del proyecto estaban las preocupaciones por el terrorismo y el tamaño limitado del mercado potencial en Vitoria y sus alrededores. Según explico Javier Maroto en octubre del 2021, «hay operadores que nos han dicho que el País Vasco es igual que Irlanda del Norte».
Sin inversores
A pesar de las ambiciones y los estudios iniciales favorables, Biópolis no logró atraer a los inversores necesarios. Durante la primera legislatura de Alonso, el proyecto quedó enterrado y finalmente abandonado al final de la década de los noventa. La promesa de generar aproximadamente 350 empleos y atraer alrededor de 700.000 visitantes en su primer año de operación se desvaneció, dejando a Vitoria sin el que pudo haber sido uno de sus proyectos más importantes.
LAS NOTICIAS EN TU MÓVIL
¿Quieres recibir las noticias de GasteizBerri en tu teléfono móvil?