El proceso de mediación entre la Comisión y la Federación de Blusas y Neskas, escindidas desde 2016, ha concluido hoy con resultados que, aunque presentados como positivos por el Ayuntamiento, dejan entrever la persistencia de divisiones profundas y la improbabilidad de una reunificación a corto plazo.
El departamento de Cultura y Educación del Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz, impulsor de esta iniciativa iniciada en abril, ha calificado el proceso como un éxito. Sin embargo, un análisis más detallado de los resultados sugiere que los avances son, en el mejor de los casos, incrementales y superficiales.
La Fundación Gizagune, encargada de la mediación, realizó 30 entrevistas individuales y varias reuniones colectivas con casi 40 representantes de las cuadrillas. A pesar de la amplitud del proceso, los acuerdos alcanzados se limitan a aspectos logísticos de las fiestas de La Blanca 2024, como la coordinación de kalejiras y la Ofrenda Floral.
Aunque se ha acordado establecer un nuevo canal de comunicación y participar en una mesa de trabajo con el Ayuntamiento, estas medidas parecen más orientadas a evitar conflictos visibles durante las fiestas que a resolver las diferencias fundamentales que llevaron a la escisión hace ocho años.
La declaración de que «la reunificación vendrá con el tiempo» suena más a una postergación indefinida que a un compromiso real de reconciliación. Este lenguaje vago sugiere que las heridas de 2016 siguen abiertas y que ninguna de las partes está dispuesta a hacer concesiones significativas.
Además, la falta de detalles sobre los puntos de desacuerdo que persisten entre ambos colectivos plantea dudas sobre la transparencia del proceso y la verdadera voluntad de las partes de abordar los problemas de fondo.
Mientras el Ayuntamiento presenta estos resultados como un avance, cabe preguntarse si este proceso de mediación no ha sido más que un ejercicio de relaciones públicas, diseñado para proyectar una imagen de progreso sin abordar las cuestiones fundamentales que mantienen dividida a la comunidad festiva de Vitoria-Gasteiz.
A falta de compromisos concretos y medibles hacia la reunificación, parece que la ciudad deberá conformarse, al menos por ahora, con una coexistencia pacífica pero distante entre la Comisión y la Federación durante las próximas fiestas de La Blanca.