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¿Qué ocurre, según Gurtubai, con la comisaria de la Policía Local de Vitoria?

“La situación de falta de coordinación y liderazgo hacía inviable trabajar en esas condiciones”

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Marian Vidaurre

El martes 5 de noviembre, Marian Vidaurre, quien ejercía como comisaria de la Policía Local de Vitoria-Gasteiz desde hace apenas cuatro meses, fue cesada de su puesto. El concejal de Seguridad Ciudadana, Iñaki Gurtubai, firmó la resolución de revocación y solicitó una comparecencia ante la Comisión de Seguridad para explicar las razones de su decisión y que ha tenido lugar este jueves. Durante la sesión, Gurtubai atribuyó el cese a una “falta absoluta de idoneidad” de Vidaurre para desempeñar el cargo y detalló extensamente una serie de incidentes que, según él, justifican su decisión.

Motivos del cese, según Gurtubai

Iñaki Gurtubai argumentó que la revocación de la comisión de servicios de Vidaurre se basaba en “cuatro grandes bloques de razones”, con los que el concejal quiso ilustrar, según sus propias palabras, la “falta de idoneidad” de la comisaria para ocupar el puesto. Entre los motivos destacados, enumeró problemas en el liderazgo, falta de compromiso con la organización y una “tendencia a delegar tareas” que, a su juicio, habría afectado al correcto funcionamiento de la jefatura policial. Gurtubai también hizo hincapié en que se trata de una plaza de libre designación que, en este caso, Vidaurre ocupaba en comisión de servicios, dado que no cumple con los requisitos de la plaza de comisaria en propiedad.

  • Falta de capacidad para liderar el equipo de subcomisarios: Gurtubai denunció la incapacidad de la excomisaria para formar un equipo de trabajo cohesionado con los subcomisarios. Señaló un incidente ocurrido en la semana del 23 al 27 de septiembre, en el que, debido a enfrentamientos internos, varios subcomisarios cogieron la baja, dejando sin mandos efectivos a la Policía Local. En este contexto, Vidaurre solicitó un permiso para atender asuntos personales y más tarde asistió a una reunión de una asociación de jefes de Policía, lo que Gurtubai consideró una muestra de «escasa responsabilidad» ante una situación crítica.
  • Tendencia a delegar trabajo en los subordinados: El concejal criticó que Vidaurre no asumiera directamente algunas de las tareas inherentes a su puesto, derivando a sus subordinados cuestiones de carácter operativo y administrativo. Como ejemplo, mencionó el retraso en la tramitación de comisiones de servicio, lo que habría provocado que algunas vacantes permanecieran sin cubrir durante semanas.
  • Falta de comunicación y coordinación con el concejal y el director de Seguridad: Gurtubai explicó que la comisaria apenas se comunicaba con él y con el director de Seguridad, lo que generaba una «profunda inseguridad» en el departamento. En este sentido, mencionó un caso en el que Vidaurre emitió una serie de comisiones de servicio sin notificarlo a sus superiores, lo que, tras ser rectificado, desembocó en un conflicto interno y una reunión en Alcaldía en la que Vidaurre manifestó que “no se sentía vinculada” a las instrucciones del concejal o el director de Seguridad.
  • Escasa disposición a la “disponibilidad absoluta” del puesto: Según Gurtubai, el cargo de comisario implica una disponibilidad total, con la que Vidaurre no habría cumplido. Mencionó que, durante sus vacaciones, la excomisaria no respondía a los correos electrónicos del departamento. También mencionó un incidente del 12 de octubre, en el que Vidaurre acudió a un evento de la Guardia Civil y solicitó que esas horas le fueran computadas como jornada completa, un comportamiento que, según el concejal, refleja una interpretación inadecuada de su puesto.

Reacciones de los partidos de la oposición

La intervención de Gurtubai desencadenó una fuerte reacción por parte de los partidos de la oposición, quienes plantearon dudas sobre la legalidad y objetividad de la medida. Los grupos políticos expresaron sus preocupaciones tanto por el coste económico de la decisión como por el historial de conflictos administrativos y judiciales asociados a este puesto.

  • Elkarrekin: La portavoz Garbiñe Ruiz cuestionó si el cese de Vidaurre, la primera comisaria de la Policía Local de Vitoria, podría haberse producido sin darle el tiempo suficiente para demostrar su capacidad. “Cuatro meses es un tiempo corto”, comentó Ruiz, quien también sugirió la posibilidad de que el género de Vidaurre hubiese influido en la percepción de su idoneidad, dado que algunos ejemplos mencionados se referían al uso de permisos laborales. Ruiz pidió garantías para que, en el próximo proceso de selección, se preserve la objetividad y se busque una persona realmente capacitada para ocupar el cargo de comisario.
  • Partido Popular: Desde el Partido Popular, los representantes señalaron que la situación en la Policía Local se asemeja a “una casa de los líos”. La formación conservadora criticó que, en lugar de estabilizar el departamento, Gurtubai optara por “descabezar al equipo de seguridad en vísperas de una época tan sensible como la Navidad”. También se mostró preocupada por la falta de refuerzos en la plantilla y el ambiente laboral deteriorado, que ha generado recientes conflictos, como la ausencia de agentes en el acto de la alcaldesa el 2 de octubre. El PP subrayó que una situación de inestabilidad en la cúpula policial podría tener repercusiones directas en la seguridad de la ciudad, donde, afirman, la delincuencia ha aumentado en el último año.
  • EH Bildu: El concejal recordó que Vidaurre había accedido al cargo tras ganar un recurso judicial, en el que se denunciaron irregularidades en el proceso de selección previo. Mostró su preocupación porque la revocación de la comisión de servicios de la comisaria pudiera acarrear nuevos gastos para el Ayuntamiento si el caso derivara nuevamente en los tribunales. “Llueve sobre mojado”, comentó, señalando que “los problemas se los ha creado el propio Ayuntamiento” por no cumplir las sentencias judiciales anteriores. Desde EH Bildu se insistió en la necesidad de garantizar que las razones esgrimidas por el concejal sean objetivas, ya que algunos de los ejemplos, como las referencias a las vacaciones de la comisaria, resultan ambiguos y pueden interpretarse como “razones personales y subjetivas”.
  • Partido Socialista: En contraste con las críticas de otros grupos, el Partido Socialista mostró comprensión hacia la decisión de Gurtubai, destacando que la revocación de una comisión de servicios es una práctica establecida en el protocolo municipal cuando se considera necesario. El representante socialista indicó que la medida responde al objetivo de mejorar la eficiencia de la Policía Local y de garantizar una mejor gestión del servicio. Subrayó que la decisión, aunque compleja, se tomó en cumplimiento de la normativa vigente y con el propósito de reorganizar el equipo en beneficio de la seguridad de los ciudadanos.

Al finalizar las intervenciones de los grupos, Gurtubai respondió a sus preguntas y comentarios. En relación a la insinuación de sesgo de género de Elkarrekin, el concejal rechazó de forma contundente la acusación, afirmando que “el género de Vidaurre no ha influido en la decisión” y que, de haber sido un hombre quien mostrara la misma actitud, habría procedido igualmente a su cese. También defendió la necesidad de actuar con rapidez, pues aunque solo habían pasado cuatro meses, “la situación de falta de coordinación y liderazgo hacía inviable trabajar en esas condiciones”.

Sobre los posibles costes económicos, Gurtubai aseguró que el cese no implicaría una carga adicional significativa para el Ayuntamiento. Explicó que la sentencia anterior establecía que Vidaurre debía cobrar como comisaria hasta que se publicara un concurso de méritos, el cual, según sus palabras, se convocará la próxima semana, por lo que en el “peor de los casos” el gasto se limitaría a una semana de salario.

En respuesta a las preguntas del Partido Popular, Gurtubai negó que se tratara de una decisión arbitraria, sino discrecional y “perfectamente motivada”. Añadió que los informes que justifican el cese se detallaron en 22 folios redactados por el director de Seguridad y 12 folios del propio concejal. También defendió la gestión del equipo, asegurando que los 450 agentes de la Policía Local realizan un “trabajo encomiable” y que su objetivo es garantizar que la jefatura se desempeñe en un entorno de confianza y colaboración.

1 COMENTARIO

  1. Marian,Marian…si es que el karma está para que le sucedan este tipo de cosas a personas como tú.
    Con tan poca humildad,falta de empatía,soberbia,…que en su día transmitias..no me extraña .Veo que no has cambiado.
    Como ciudadana vitoriana,quiero sentirme segura;en manos de alguien responsable,con vocación y ganas.
    Este tipo de puesto,te venía grande, maja.

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