Jacky, la hostelera a la que el Ayuntamiento de Vitoria le denegó en noviembre la renovación de la licencia de una de las terrazas más míticas del Casco Viejo, finalmente sí podrá instalar los veladores.
Este miércoles ha recibido la resolución, fechada el pasado 19 de diciembre, en la que el Consistorio da marcha atrás y le ha concedido la licencia para la instalación de veladores con 23 mesas, el doble de las 12 mesas que tenía hasta ahora.
“Estoy muy feliz, contenta y sobre todo, muy agradecida por todo el apoyo que he recibido del barrio desde que tramitamos la apelación”, explica Jacky.
Tal y como recuerda la propia hostelera, han sido semanas de mucha preocupación porque estaba en peligro uno de los lugares con más tirón del Casco Viejo, la terraza de un bar de la calle Zapatería lleno muchas tardes y fines de semana gracias a su decidida apuesta por la música y los conciertos.
Años funcionando sin problemas
Jacky nunca ha podido entender por qué el Ayuntamiento le comunicó en noviembre que no le renovaba la licencia de una terraza que lleva nueve años funcionando sin problemas y con encaje dentro de la Ley de Accesibilidad.
Lo que sucede es que uno de los locales más históricos del Casco Viejo, como es El Abuelo, cambió de manos hace unos meses tras la jubilación de sus dueños.
Y en junio del año pasado, Jacky, la nueva hostelera, fue a actualizar la titularidad de la licencia para ponerla a su nombre y se encontró con la negativa municipal.
Este obstáculo administrativo le pilló por sorpresa, a ella y a todo el barrio.
Intentó hablar directamente con responsables del Ayuntamiento de Vitoria, de Espacio Público, para explicarles en persona su situación, pero fue imposible.
Entonces Jacky presentó una alegación y le ha tocado esperar, hasta que este mismo miércoles ha recibido la respuesta.
Según recuerda la hostelera, el Ayuntamiento alegó que la instalación de «su terraza no garantizaba la accesibilidad y obstaculizaba el paso a peatones y vehículos de emergencia».
Algo que nunca han entendido ni los hosteleros, ni los vecinos porque la terraza de este bar de la calle Zapatería, que además de fomentar la hostelería aporta cultura al barrio, está situada en un cantón junto a las escalares mecánicas, en el cantón de El Seminario, “por donde no pasan coches y hay sitio para los peatones”.
