Después de 35 años como un espacio para el arte contemporáneo en Álava, la Sala Amárica dejará de funcionar como sala de exposiciones. En su lugar, se convertirá en el Centro de Emprendimiento e Innovación de Álava.
La Diputación Foral ha tomado esta decisión para trasladar las exposiciones a lugares con «más visibilidad», como la Casa de Cultura Ignacio Aldecoa y el Paraninfo de la Escuela de Artes y Oficios. Sin embargo, muchos artistas y colectivos culturales critican la medida porque creen que se pierde un espacio importante para la creación y experimentación artística.
«La decisión está tomada y no hay vuelta atrás»
La diputada de Cultura, Ana del Val, respondió ayer en las Juntas Generales de Álava a las críticas sobre el cierre de la sala. Sus palabras fueron contundentes: “No hay marcha atrás. Es una decisión que hemos tomado y seguiremos adelante. La Sala Amárica, por mucha nostalgia que nos dé, no estaba cumpliendo su función”.
También defendió el traslado de las exposiciones a la Casa de Cultura Ignacio Aldecoa, asegurando que así tendrán más público.
“¿Por qué hay miedo? Estamos ofreciendo un lugar donde al menos 4.000 personas al mes pasarán y verán las obras, aunque sea de camino. Alguna se parará a mirar”, explicó.
Las cifras que justifican el cambio
Según la diputada, la Casa de Cultura Ignacio Aldecoa recibe 240.000 visitantes al año, mientras que la Sala Amárica solo alcanzaba los 4.000 en ese mismo periodo.
«El objetivo es que más gente vea las exposiciones», afirmó Del Val.
El rechazo de artistas y colectivos culturales
A pesar de estas explicaciones, muchos artistas y asociaciones creen que el cierre de la Sala Amárica es una gran pérdida para el arte contemporáneo en Álava.
Por ello, han creado la asociación Amárica Elkartea, que ya ha recogido 1.500 firmas en contra de la medida y busca dialogar con la Diputación. Sin embargo, las palabras de la diputada dejan claro que el cierre es definitivo.
