El asesinato de Kerman, un joven vitoriano de 31 años y exjugador de baloncesto, en la discoteca Mítika ha puesto en jaque al Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz. Durante la comisión municipal de hoy, EH Bildu ha preguntado al concejal de Seguridad Ciudadana, César Fernández de Landa, sobre las advertencias previas que una agente de la Policía Local emitió sobre la reincidencia violenta de los porteros del local.
La polémica crece porque la agente advirtió hace un año del peligro que representaban estos empleados de seguridad. En correos internos a sus superiores –a los que ha tenido acceso esta redacción-, denunció agresiones previas, la falta de colaboración del local para entregar imágenes de videovigilancia y la existencia de un «punto ciego» donde los porteros actuaban con impunidad. En uno de sus mensajes alertó: «Algún día ocurrirá una desgracia». Ese «algún día» llegó el 23 de febrero de 2025, cuando Kerman murió tras recibir, presuntamente, un golpe de uno de esos mismos porteros.
El Ayuntamiento minimiza la advertencia
En la comisión, el concejal Fernández de Landa ha reconocido la existencia del correo de la agente, pero ha asegurado que «no es el cauce adecuado» para tramitar denuncias. «La Policía Local solo puede actuar con denuncias formales, no con sospechas ni correos electrónicos», ha insistido.
El concejal ha explicado que el portero implicado tenía antecedentes y que en su contra ya había «cuatro denuncias y tres atestados que se trasladaron a la Fiscalía». Sin embargo, ha reiterado que la Policía Local «actúa conforme a la ley» y que cualquier medida preventiva recaía en la Fiscalía y los jueces.
Indignación por la falta de medidas
El concejal de EH Bildu, Alberto Porras, ha criticado la respuesta del Ayuntamiento y ha mostrado su preocupación porque Fernández de Landa se refiriera a la advertencia de la agente como una simple «comunicación epistolar».
«El agente sí siguió los cauces habituales, con cuatro denuncias y tres atestados», ha recordado Porras, quien ha insistido en que la agente no solo cumplió con su deber, sino que buscó ayuda incluso fuera de la Policía Local al ver que sus superiores ignoraban sus advertencias.
Porras ha propuesto abrir un debate sobre la seguridad nocturna y plantear nuevas medidas, como exigir certificados de antecedentes penales para los porteros de discotecas o establecer criterios mínimos de formación y conducta. «¿Podemos analizar la seguridad nocturna en la ciudad para prevenir estos sucesos?», ha preguntado.
Silencio tras la tragedia
Según ha podido saber esta redacción, cuatro días después de la muerte de Kerman, la agente remitió un correo a la alcaldesa Maider Etxebarria y al propio Fernández de Landa, adjuntando toda la cadena de mensajes enviados desde 2024. En ese correo, la agente expresó su impotencia:
«Nadie se puso en contacto conmigo, de ninguna forma. Se me ignoró como siempre. ¿Se pudo haber evitado la muerte de Kerman? Fue el mismo portero. Contesten ustedes. Yo sé mi respuesta».
Fuentes policiales han asegurado que los mandos de la Policía Local —Suboficial, Oficial y Subcomisaria— recibieron estos correos, pero «no hicieron nada». Hasta el momento, ni la alcaldesa ni el concejal de Seguridad han aclarado por qué no se tomaron medidas antes del crimen.