La tensión entre el profesorado y el Departamento de Educación del Gobierno Vasco ha marcado el ritmo del actual curso escolar en Euskadi. Pese a los nueve días de huelga ya celebrados desde que comenzó el año 2025 y a las reiteradas advertencias de los sindicatos, el Departamento mantiene su postura sin atender las principales reivindicaciones del colectivo docente. Esta negativa prolonga un conflicto que afecta a miles de alumnos y alumnas, además de poner en jaque la conciliación familiar y el día a día en los centros. Las jornadas de huelga han interrumpido el funcionamiento habitual de las clases y generado incertidumbre entre familias, profesorado y alumnado.
En este contexto, Nahia Sáez de Castillo Martín, alumna de primero de Bachillerato del Instituto Zabalgana de Vitoria-Gasteiz, ha escrito una carta abierta al Departamento de Educación para expresar su preocupación por el perjuicio que supondrán los paros convocados del 12 al 16 de mayo, justo cuando se acercan los exámenes finales.
«Apoyamos la lucha de los docentes»
Nahia, que entiende y respalda las demandas laborales del profesorado, subraya en su carta: “Apoyamos la lucha de los docentes”, mencionando problemas como la pérdida de poder adquisitivo, el exceso de carga laboral y la falta de orientación escolar, la excesiva carga laboral de los profesores y la insuficiencia de orientadores escolares para abordar las necesidades emocionales y psicológicas del alumnado.
Sin embargo, también alerta sobre las consecuencias inmediatas para los estudiantes: “Con la ausencia de nuestros profesores, perderemos la capacidad de recibir parte de nuestro aprendizaje, habrá elementos del temario que tendremos que dejar a un lado y otros que estudiaremos con una excesiva rapidez”.
Otro motivo de esta demanda es el peso y la presión mental con la que cargan los estudiantes cada día careciendo de la atención psicológica que deberían poseer. Necesitamos más orientadores que puedan saciar esta necesidad de escucha, comprensión y alternativas para nuestros problemas.
Nahia Sáez de Castillo Martín
En declaraciones a GasteizBerri, Nahia ha contado cómo surgió la idea de la carta: “Se me ocurrió escribirla una mañana en la que pensé debía intentar mejorar la situación en la educación aunque no recibiera respuesta. A veces se necesita la perspectiva de otro colectivo para llamar la atención”. Aunque no la envió directamente al Departamento de Educación, quiso hacer llegar su voz al conjunto de la comunidad educativa. Redactó la carta por iniciativa propia y, tras compartirla con su tutora y profesora de literatura castellana, esta le ayudó a perfilar algunos detalles: “Me ayudó a mejorar un poco el final”.
Preguntada por la reacción del alumnado ante el conflicto, Nahia reconoce que existen diferentes puntos de vista, aunque cree que “la mayoría de alumnos nos preocupamos por los problemas que está sufriendo la educación pública actualmente”. Sobre su futuro académico, tiene claro su objetivo: “Me encantaría estudiar filología hispánica, siento que he nacido para ello”.
La carta de la alumna se produce en medio de un conflicto prolongado entre el Departamento de Educación y los sindicatos docentes vascos (STEILAS, ELA, LAB y CCOO), que en lo que va de curso escolar han convocado ya nueve días de huelga repartidos entre enero, febrero, marzo y abril, con un seguimiento «mayoritario» en centros educativos.
El Departamento de Educación, liderado por la consejera Begoña Pedrosa, presentó una última propuesta en marzo con incrementos salariales que «parecen una broma», declara una joven docente a este medio. A estos supuestos incrementos el Gobierno Vasco añadió pequeñas mejoras en la carga lectiva. Así las cosas, los sindicatos la calificaron como insuficiente y decidieron mantener su calendario de protestas.
Impacto en las familias con hijos pequeños
Las huelgas docentes también están generando serios problemas para muchas familias con hijos en edades tempranas, especialmente aquellas sin una red familiar o económica que permita contratar a cuidadores.
Padres y madres se ven forzados a recurrir a familiares, canguros o incluso a ausentarse del trabajo para cuidar de sus hijos en los días de huelga. Durante los días de huelga, los centros escolares siguen aceptando alumnado, aunque sin poder ofrecer una atención educativa normalizada. Con plantillas muy reducidas por el seguimiento del paro, muchos niños y niñas son agrupados en espacios comunes sin actividades formativas estructuradas, lo que afecta directamente a su rutina y bienestar diario, comenta a GasteizBerri la madre de Maider, de 7 años.
La presión crece sobre el Departamento de Educación para alcanzar cuanto antes un acuerdo que permita poner fin a esta situación que afecta directamente a la conciliación laboral y familiar de muchas familias vascas.
Una reivindicación que va más allá del aula
Nahia Sáez concluye su carta reclamando que se escuche la voz del alumnado, recordando que también los jóvenes son quienes viven en primera persona las consecuencias de este conflicto. Escucharles no solo es justo, sino necesario para construir una educación que realmente les tenga en cuenta. «Somos una pieza clave en este conflicto. Nuestra principal reivindicación es que se nos tome en consideración y se apueste de forma real y urgente por la educación pública, la de todos, uno de los bienes sociales y humanos más importantes».
Y es que las protestas del profesorado no solo buscan mejoras individuales. Detrás de las reivindicaciones salariales y de carga laboral está también el deseo de ofrecer una atención educativa de mayor calidad. Los sindicatos defienden que reducir ratios, aliviar la carga burocrática y aumentar los recursos de orientación repercutirá directamente en una enseñanza más humana y personalizada.
Sin embargo, desde el Departamento de Educación del Gobierno Vasco, la respuesta parece centrarse exclusivamente en cálculos presupuestarios tal y como señala un docente a este medio, “el Gobierno Vasco parece más preocupado por cuadrar números que por garantizar una educación de calidad para el alumnado. Nos hemos sentado a negociar, pero sus propuestas no abordan los cambios estructurales que necesita el sistema educativo público”. Para muchas familias y estudiantes, la sensación es que no se está valorando suficientemente lo que está en juego: el futuro de quienes están en las aulas. Los chavales, como recuerda Nahia, no solo son los más afectados, sino también parte fundamental de esta ecuación.
Llamada de atención al Departamento de Educación
Estimado Departamento de Educación del Gobierno Vasco:
Soy una alumna del instituto público IES ZABALGANA que cursa primero de Bachillerato. Los estudiantes hemos sido informados de los cinco días de huelga por los que van a pasar la mayoría de nuestros docentes: del 12 al 16 de mayo. Estos días servirán para la lucha por la mejora de sus condiciones laborales, puesto que aún no se ha llegado a ningún acuerdo al respecto. Desafortunadamente, esta iniciativa será perjudicial para todos los alumnos pero, sobre todo, para aquellos que estamos en bachiller.
Por un lado, los cinco días de protesta están fijados en una semana de mayo que precede a nuestros exámenes finales, que determinarán nuestras notas e intervendrán en nuestros intentos de acceder a instituciones de enseñanza superior. Eso por no hablar de los que cursan segundo de Bachillerato, que tienen la selectividad a la vuelta de la esquina y deben estar más formados y preparados que nunca. Los estudiantes de la Educación Secundaria Obligatoria también se verán perjudicados, debido a su necesidad de un nivel educativo digno para aquellos que se quieran presentar a un grado medio. Con la ausencia de nuestros profesores, perderemos la capacidad de recibir parte de nuestro aprendizaje, ya que habrá elementos del temario que tendremos que dejar a un lado y otros que estudiaremos con una excesiva rapidez.
Por otro lado, hablo en nombre de la mayoría de alumnos cuando afirmo que apoyamos la lucha de los docentes. Somos conscientes de que sus salarios se han mantenido en una cifra muy similar durante años, mientras que la inflación ha ido vulnerando su condición económica. Los datos demuestran que los trabajadores del sector de la educación pública han sufrido un 5,4% de reducción en su poder adquisitivo entre los años 2020 y 2024. Además, una parte del dinero del sector público destinado a la educación ha sido asignado a colegios e institutos que han mantenido su carácter concertado o incluso privado, cuyo resultado es la exclusión social de ciertos colectivos. Otro motivo de esta demanda es el peso y la presión mental con la que cargan los estudiantes cada día careciendo de la atención psicológica que deberían poseer. Necesitamos más orientadores que puedan saciar esta necesidad de escucha, comprensión y alternativas para nuestros problemas.
Por concluyente, los estudiantes pedimos cambios en el sistema educativo público. Arreglar los problemas ya mencionados sería un gran paso para alcanzar el bien de nuestra comunidad y el hecho de llegar a un acuerdo nos resultaría muy gratificante, ya que nosotros somos una pieza clave en este conflicto. Nuestra principal reivindicación es que se nos tome en consideración y se apueste de forma real y urgente por la educación pública, la de todos, uno de los bienes sociales y humanos más importantes.
Nahia Sáez de Castillo Martín
Aupa Nahia!!!
Izugarria zure hausnarketa, Nahia! Zorionak!