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Aparecen piezas originales desaparecidas del reloj de San Miguel

El Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz restaurará el reloj de la torre de San Miguel tras encontrarse piezas originales desaparecidas. El mecanismo marca cada año la Bajada y Subida de Celedón.

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La torre y el reloj de San Miguel | Imagen: GB
La torre y el reloj de San Miguel | Imagen: GB

El Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz acometerá una restauración integral del reloj monumental de la torre de San Miguel, uno de los símbolos más reconocibles de la ciudad. El proyecto busca garantizar su conservación ante el desgaste progresivo que sufre el mecanismo y evitar un deterioro irreversible.

Piezas originales recuperadas

Uno de los hechos más relevantes en torno a esta restauración es la aparición reciente de varias piezas originales del reloj que se daban por perdidas. Un heredero del anterior encargado del mantenimiento de los relojes municipales localizó en un inmueble de su propiedad varias piezas antiguas y contactó con la actual empresa adjudicataria del mantenimiento.

Tras su análisis, se confirmó que pertenecían al reloj de la torre de San Miguel. Las piezas han sido depositadas en el almacén de la empresa para su conservación, y se contempla su incorporación en la próxima intervención.

Un reloj ligado al inicio y fin de las fiestas

El reloj de San Miguel no solo tiene valor patrimonial. Es el mecanismo que marca cada 4 y 9 de agosto el inicio y fin de las fiestas de La Blanca, al dar paso a la Bajada y Subida de Celedón. La imagen de la plaza de la Virgen Blanca con la torre y su reloj de fondo forma parte del paisaje festivo más emblemático de la ciudad.

Instalado en 1857, el reloj fue construido por Tomás De Miguel en Madrid. En su propuesta original, ofrecía un mecanismo de gran formato con rueda de bronce, piñones de acero, esfera de cristal raspado y todos los componentes necesarios para su montaje.

Estado actual y restauración necesaria

La última intervención importante se realizó en el año 2000. Entonces se limpiaron y pulieron piezas, se rectificaron pivotes y cojinetes, se fabricaron elementos faltantes y se repararon varios engranajes, cables y mecanismos. Sin embargo, con el paso del tiempo, el desgaste de las piezas restauradas ha vuelto a afectar al funcionamiento.

Actualmente, el reloj necesita ajustes constantes para seguir funcionando. Además del mecanismo principal, también presentan signos de deterioro la esfera exterior, las agujas, las transmisiones y los sistemas de sonería.

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